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Cadillac ATS. Ataque directo

Cadillac es una marca norteamericana con una dilatada historia en su país de origen. Durante más de un siglo ha sido una de las marcas más reconocidas y sinónimo de lujo y suntuosidad en todas sus creaciones. Creaciones que motorizaron a un país entero durante lustros con sus Cadillac Eldorado, Seville, De Ville, Fleetwood... Y muchos han sido sus propietarios ilustres e incondicionales de la marca como Elvis Prestley o el mismísimo Al Capone.


Pero en el viejo continente, a pesar de ser una marca conocida, no ha tenido nunca la aceptación deseada y apenas se pueden ver algunos ejemplares sueltos del modelo Seville en alguna de sus generaciones pululando por nuestras carreteras.


Como hemos comentado en alguna ocasión más, estamos en una era en la que todas las grandes compañías tienden la mano a nuevos mercados y se esfuerzan por conseguir cota de mercado donde nunca la habían tenido. Cadillac no iba a ser una excepción y además, desembarcan de una manera muy ambiciosa; con el punto de mira apuntando al corazón de BMW. Ya comercializan el CTS, que es el equivalente de la marca al Serie 5 con carrocería Sedan, Coupé y Wagon. Además también tienen su variante deportiva y prestacional denominada V que sería algo así como los de la marca alemana.


También cuentan entre sus filas con dos SUV; el SRX que es una especie de X3, pero con un diseño muy lineal y anguloso (como todos los modelos de Cadillac) y el perenne y poderoso Escalade, que ya tiene muchos años a sus espaldas.


El ATS es un modelo que entra de lleno en el segmento de las berlinas medias de lujo o sea, en la misma línea que el Serie 3 de BMW, con lo que se incorpora a un segmento en el que hay una competencia feroz por arañar clientes a las otras marcas.


Su diseño diferenciador es una de sus grandes bazas, a la vez que uno de sus grandes inconvenientes, ya que por estas latitudes no parece que goce de una gran popularidad.

Personalmente, a mí me parece un diseño muy atractivo y como también soy bastante "rarito" y tengo una personalidad bastante bien definida, me gustan los coches diferentes al resto, aunque siguen sin gustarme los coches americanos en general.


Como podéis observar predominan las líneas rectas desde el frontal, con unos faros bi-xenón adaptativos alargados y verticales que avanzan por encima de las aletas delanteras, una parrilla con el borde cromado y la gran insignia en el centro que inspira lujo en toda su extensión. La vista lateral es la mas "sosa", ya que es totalmente recta y no tiene ninguna concesión al diseño ni inspira ningún tipo de sentimiento; ni bueno, ni malo.


En la zaga nos encontraremos con los pilotos característicos de la marca, alargados y finos y un apósito que podría ser un pequeño alerón sobre la tapa del maletero, pero es la tercera luz de freno que se extiende por toda la parte superior y que también forma parte de la genética de la marca americana. Mantiene pequeños detalles como la iluminación de los tiradores de las puertas que nos hacen recordar que estamos ante un coche con gadgets que aquí en Europa ni siquiera los prestamos atención y que en E.E.U.U. demandan los clientes como parte del equipamiento común.


El interior es suntuoso y está correctamente rematado. Los materiales son de buena calidad y predominan los plásticos blandos por el salpicadero. El equipamiento de serie es bastante completo y todo se activa de forma intuitiva. Y con ello no me refiero a que el coche te lea la mente, sino que la consola central no tiene botones físicos y todas las funciones se activan con solo rozar con los dedos, lo que está muy bien, pero a la vez muy mal, ya que si te mueves mínimamente puedes activar o desactivar cosas que no quieres y si además eres bastante "manazas" como yo, seguro que te vuelves loco intentando saber que has hecho.


La lectura de los relojes es muy simple y básica y, a pesar de que tiene tecnologías como el Head Up Display, que proyecta la información necesaria sobre la luna delantera, éste dista mucho en calidad al que nos ofrece su equivalente de la marca alemana.


La pantalla del navegador también parece lo que no es, y mientras la marca te la vende como si fuese un i-Pad, realmente dista mucho del aparato de Apple. No responde con la inmediatez que se le requiere y cuesta adaptarse a la "sobrecarga" de información que nos ofrece, pero en un futuro tendrá la opción de descargarse aplicaciones directas que nos harán la vida más cómoda. Supongo que, después de un periodo de adaptación, el propietario del ATS se acostumbrará a su manejo, pero los que no se acabarán acostumbrando son los pasajeros de las plazas traseras, ya que son un poco angostas, tanto en anchura, como en espacio para las rodillas.


El propulsor que monta es un 2.0 turbo con 276cv asociado a una caja de cambios automática de 6 velocidades. Acelera de 0-100 Km/h en 5,6 segundos y alcanza una velocidad máxima de 240 Km/h con un consumo medio homologado de poco más de 8 litros a los 100 Km.


El motor está muy apretado y las aceleraciones son fulgurantes, pero el sonido que emana de los escapes no es para nada embriagador.
 Va asociado a una caja de cambios fabricada por ellos mismos, que para ser automática es casi perfecta. Sabe "leer" e interpretar a la perfección tu manera de conducir y se adapta convenientemente a tu estilo aunque le des "caña" y pulses el botón Sport de la consola.


Dinámicamente es un rival muy serio, ya que ha tomado como referencia a BMW y además le ha añadido soluciones de cosecha propia para hacer del ATS un producto redondo.


Para empezar, han colocado el motor por detrás del eje delantero, por lo que el reparto de masas se ve muy favorecido, además cuenta con suspensiones magnéticas adaptativas (Ferrari, Bentley o Audi las utilizan), que tardan tan solo 5 milésimas de segundo en reaccionar y hacen que las reacciones sean muy neutras, aunque aparentemente resulten engañosamente blandas. No interfieren en el confort de marcha y actúan convenientemente cuando circulamos a cierta velocidad sobre firmes castigados y rotos.


Los frenos son muy efectivos y están firmados por el especialista Brembo, con pinzas de aluminio de cuatro pistones, que aseguran un mordiente perfecto en cualquier circunstancia y desde el principio.


El control de estabilidad cuenta con varias etapas. Para empezar se puede desconectar tan solo el control de tracción, con lo que nos aseguramos unas cruzadas perfectamente controladas y dosificables 100%. 

Esto es posible también, gracias a que tiene un diferencial autoblocante trasero con un tarado suave, que te permite hacer ciertas "maldades" con total seguridad y sin miedo a que el coche gire sobre si mismo sin control alguno. Cuando te hayas divertido un poco y le hayas pillado el "tranquillo" a eso de la conducción deportiva. Quizás te atrevas a desconectar todos los sistemas electrónicos y llegar a tener sensaciones deliciosamente orgásmicas con tan sólo un volante entre tus dedos.


Nunca pensé que diría esto; pero 
parece que por fin un coche americano cumple con las expectativas de conducción del consumidor europeo y que se puede rodar a un buen ritmo en carreteras reviradas y no sólo en línea recta.


El precio es otro pequeño escollo que puede hacer que las ventas del ATS se ralenticen más de la cuenta. Desde 43.890 euros puedes adquirir esta berlina media americana, con una conducción muy efectiva, un diseño diferente y una practicidad interior discutible, pero también muy original y tecnológica. Aunque si de verdad lo quieres full equipe, te costará algo más de 62.000 euros y eso es mucho más de lo que te piden por un Serie 3 con un equipamiento completo, un motor similar y un acabado de mayor calidad. Aun así; me sigue pareciendo un gran coche y un buen comienzo de Cadillac en el mundo de las berlinas medias de representación.

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