GWA Ciento Once. Recreación estrella
Pensaba que nunca iba a volver oír hablar sobre GWA después de publicar el articulo del GWA Ferrari 340 Competizione. Pero me equivoqué. Investigando he visto que su primer proyecto fue el coche que ahora os voy a presentar; el GWA Ciento Once.
Arturo Alonso es un hispano afincado en California y propietario de GWA, que en un principio se dedicaba a la restauración, preparación y personalización de modelos de Mercedes Benz. Viendo la buena marcha que tenía el negocio y que los clientes le pedían cosas cada vez más exclusivas y personales, se decidió por fabricar su propio deportivo inspirándose en el prototipo Mercedes C111 de 1969.
Aquel tenía un diseño muy futurista y afilado como para llevar el símbolo de la estrella en el frontal, las puertas se abrían al estilo "alas de gaviota" y tenía un color cobre bastante atípico para la época. Tuvo varias versiones y era un auténtico laboratorio rodante.
Primero tenía un poderoso motor rotativo de tipo Wankel; después batió un récord de velocidad con un motor diésel, con el que alcanzó los 372 Km/h de velocidad máxima y más adelante, consiguió otro récord al rodar a 402 Km/h de media, pero esta vez con un V8 de gasolina. Se fabricaron varias unidades y de vez en cuando las desempolvan y las sacan de sus respectivos museos para ir a alguna exhibición.
La recreación manufacturada por GWA sigue con las líneas maestras del coche original. La carrocería está fabricada en aluminio, el frontal tiene las mismas parrillas sobre el capó pero convenientemente actualizadas, unos faros convencionales con carcasa, sustituyendo a los escamoteables del original, que no están permitidos en la actualidad, y se le ha incorporado un labio inferior en el parachoques que sirve de sustentación del eje delantero a ciertas velocidades y además le da un toque más actual.
La trasera respeta muy bien los trazos de su ancestro y mantiene unos grandes faros redondos enmarcados dentro de una rejilla que disipa el calor del motor central situado detrás de los ocupantes, el cual, se puede ver desde un cristal que lo aísla de exterior, un par de enormes salidas de escape y un alerón retráctil que ayuda a "pegar" el eje posterior al asfalto en grandes aceleraciones.
Las llantas son casi fieles reproducciones, en cuanto a diseño, de las originales con forma de estrella de cinco puntas, montadas sobre neumáticos en medida 265/35-19 delante y 295/30-20 detrás. Por supuesto; no podrían faltar las puertas con apertura vertical, semejantes a las de un DeLorean de Regreso al Futuro.
En el interior nos encontramos con materiales de primerísima calidad y la mayoría de los mandos proceden de Mercedes Benz actuales. El volante es de nuevo diseño y no soñéis con que tenga una modernísima caja de cambios con levas detrás del volante, sino que cuenta con una palanca convencional y una rejilla al más puro estilo de los Ferrari de los años 90, fabricada por el especialista CIMA y con un funcionamiento excelente y adictivo. Los asientos sujetan a la perfección y están fabricados en fibra de carbono; aunque el tapizado a cuadros le da un toque "setentero" para los más nostálgicos.
El motor incorporado en la actualidad, es el mismo V12 que impulsa, además de a los productos de Mercedes Benz más prestacionales, al Pagani Zonda. Para esta ocasión a sido "capado" y "sólo" genera 420cv, que son más que suficientes para mover al Ciento Once con energía, ya que solo pesa 1.400 Kg en la báscula.
El precio lo desconozco; solo sé que se fabricarán en una serie muy limitada y que habrá más de un apasionado capaz de presentar un cheque en blanco a disposición de Arturo y de su empresa GWA, para que le fabriquen uno.
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