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Herejías automovilísticas

No hace mucho BMW anunció que iban a sacar una nueva línea llamada M Performance. Una especie de "vacío legal" en el que la división M de la marca pudiera hacer magia negra. Pues bien, acaban de presentar los primeros hijos bastardos de M: "engendros" y abominaciones de la naturaleza donde se aúnan todo lo que supuestamente no es un BMW M: turbo, tracción total y alimentado por gasóleo en esta ocasión.



Todo esto me ha dado ganas de escribir sobre este tema, ya que poco a poco el panorama automovilístico está cambiando desde hace ya unos años. Panta rei, que nos decían en clase de filosofía.



Y empezamos con BMW, ya que ha sido la inspiración y la última marca en enervar a los fans y aficionados, que gritan ¡traición! y se indignan de la vergüenza que suponen estos actos.



Lo de BMW viene ya de antes, pues hace unos años presentaron los monstruosos X5 y X6 M. Auténticos BMW M, aunque muchos pusieron el teclado en el cielo escribiendo por todas partes que era una traición y una vergüenza. ¿Por qué? Sencillamente porque hay gente que opina que un BMW M ha de ser tracción trasera y de aspiración atmosférica, además de tener cierta inclinación hacia la ligereza. Es fácil comprender que unos monstruos de más de 2 toneladas, turbo y tracción total no encajan en la antigua definición de lo que es un BMW M.

Parecía ser que con los recientes Serie 1 M y M5 (ambos turbo) calmaron los ánimos de los talibanes de la pureza automovilística, y les hicieron ver que este es el camino a seguir. Estamos en una época en la que la reducción del consumo y las emisiones son una de las grandes bazas publicitarias. Que digan que un V8 de 560 cv consume/contamina menos que un V10 de 510 poco va a importarle a quien esté en disposición de permitirse un bicho de estos.



Pero ya sabemos cómo funciona esto, lo de las gamas más altas poco a poco va pasando a las gamas inferiores y con el tiempo acaba popularizándose. Quiero decir que todos estos avances e innovaciones poco importan en los coches de alta gama si no es para compararlo con sus homólogos de otras marcas. Al menos a mí como aficionado me sigue entusiasmando ver un M5 E39, que sigue siendo una berlina deportiva más que respetable.



Ahora nos acaban de presentar los primeros resultados de este paso intermedio entre el acabado M de la gama normal y los M "auténticos". Han desarrollado una evolución bestial del motor 3.0 L6 diésel: triple turbo y un rendimiento por litro bestial, pues arroja una potencia de 380 cv y un astronómico par de 740 Nm a partir de 2.000 rpm. Si alguien dice que esto es una mierda que se lo haga mirar, en serio.



Si hay algo que viene a la mente al pensar en BMW, aparte de la tracción trasera, son los motores. De hecho en su propio nombre la M viene de ahí: Bayerische Motoren Werke (Fábricas Bávaras de Motores). Si una marca con el pedigrí de BMW ha decidido pasarse al turbo en gasolina y a obtener un rendimiento brutal en diésel (la potencia por litro empieza a asustar); nadie mejor que ellos. Esto último lo digo ya no sólo como "fan" de la marca, sino también como usuario; y eso que mi coche arrastra ya años y kilómetros, además de que no es ningún motor espectacular, pero su rendimiento y robustez son patentes (dentro de su contexto).



Y esto de juntar diésel y la máxima expresión de la deportividad dentro de una marca no es nuevo, pues hace prácticamente diez años Mercedes Benz y su departamento AMG desarrollaron el C30 CDI AMG; un pionero incomprendido.



De la misma manera se demonizó a Porsche cuando aprovecharon sinergias con VW para sacar un todoterreno (todocamino, todojardín, todocésped... como queráis llamarlo) de asfalto. El Cayenne será feo, inútil o lo que se quiera. Pero es indudable que ha sido la salvación de Porsche como marca. De hecho ha sido el culpable de que en Porsche se hable por primera vez de neumáticos mixtos o incluso de diésel.



Y no contentos con esto, se adentraron también en el mundo de las berlinas con el Panamera. Un mostrenco con el que ya demuestran que después del Cayenne no les tiembla la mano a la hora de seguir hablando de diésel y también de híbridos. Pero esto no es nuevo pues ya años atrás "traicionaron" sus raíces con los 914 o 924.



Con todo esto lo que se busca es claramente vender. Las ventas de las exclusivas versiones M, AMG y S/RS de BMW, Mercedes Benz y Audi respectivamente, no creo que sean suficientes para justificar su propia existencia. Son el escaparate donde las marcas muestran de lo que son capaces, máquinas para impresionar al aficionado, para protagonizar artículos de revistas y webs; guerreros diseñados genéticamente para batirse entre ellos y demostrar quién es el rey.



Pero al final suponen ventas testimoniales, poca gente acaba comprándolos y muchísimos menos tienen la capacidad de realmente aprovechar y apreciar sus prestaciones y rendimiento.



Como aficionado no me ofendo o indigno porque existan AMG diésel, M turbo o Porsche todoterreno diésel. Como aficionado quiero que desarrollen esas máquinas inalcanzables que devoran gasolina, destrozan neumáticos y apuran los cronómetros de los circuitos. Sé que el último 911 no hubiera sido posible sin las superventas del Cayenne y el valor en alza que es el Panamera. Estas marcas están vendiendo su cuerpo, pero su alma sigue intacta.



Los fans no pagan coches, sino quienes los compran. Y si la gente quiere un chasis puesto a punto por la división M pero un motor diésel para "gastar poco", pues habrá que dárselo porque si no se irán a buscarlo donde se lo ofrezcan. Si no lo tienen ya planeado, en breve empezaremos a ver más AMG CDI y S/RS TDI, el 911 diésel lo dudo, pero la hibridación está a la vuelta de la esquina.



Ya sea por moda, por imposición normativa (contaminación principalmente) o por la evolución del mercado y los gustos de los clientes, el panorama automovilístico va cambiando. Si nos centramos en "la pureza" de las marcas, aún seguiríamos con carburadores, motores atmosféricos de dos válvulas por cilindro y motores diésel de pésimo rendimiento. 

Si no das lo que la gente quiere, te espera un futuro negro. Que se lo digan a Saab; una marca que se ha centrado ir renovando dos modelos ya obsoletos, sobrepasados por la competencia y sin innovar ni abrirse a otros segmentos. La pescadilla que se muerde la cola; vendes poco porque tu producto está obsoleto y no puedes renovar tu producto porque no vendes y no tienes dinero. Mirad qué bonitos son los Jaguar actuales, y eso que ya han abrazado totalmente al gasóleo. Por cierto... ¿a alguien le suena una marca llamada Rover? 



Por mí, como si Ferrari saca un diésel tricilíndrico si gracias a ello siguen creando inalcanzables máquinas de ensueño con V8 central.

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