Honda CR-Z. Deportividad electrizante

Empezamos a ver el futuro del automóvil. Los coches híbridos son ya una realidad más que palpable y a partir de ahora nos tenemos que ir acostumbrando a sumar CV y KW, para saber qué potencia tiene el coche que hemos comprado.

El último en llegar a este selecto grupo es el Honda CR-Z. Las malas lenguas dicen de él, que es el sucesor natural del Honda CRX de los años 80 pero, personalmente a mí, no se me parece en nada. Bueno sí, es un coupé deportivo.

El CR-Z es un coche ligero (solo pesa unos 1.200 kg), tiene una estética muy deportiva, tanto en el exterior como en el interior y tiene dos plazas reales, ya que las plazas traseras apenas sirven para dejar alguna bolsa. Vamos, que "a priori", sí que es un deportivo, ¿pero se comportará como tal?.

El motor térmico es un 1.5 de gasolina que genera por si mismo 110cv, a los que hay que sumar los 14cv que rinde el motor eléctrico. !Buah, que pasada!, !un deportivo con 124cv!

No os dejéis engañar por las apariencias, que tiene truco. El motor eléctrico gira solidario con el embrague, por lo que de momento, es el primer coche híbrido con marchas, algo que se agradece para los que pensamos que un cambio automático no es compatible con una conducción deportiva. Esos 14cv que en un primer momento pueden parecer una aportación insuficiente, generan un par de 78 Nm de una forma casi instantánea, que unidos a los 145 Nm del motor térmico, tienen en conjunto 174 Nm, que para un coche de estas características no está ni tan mal, si además decimos que están disponibles a partir de 1.500 rpm.

En cuanto al chasis, no podemos esperar milagros si sabemos que procede del Honda Jazz y las suspensiones del Insight, aunque para eso también tiene un as debajo de la manga, ya que con una mayor anchura, una distancia entre ejes más corta y unas suspensiones endurecidas, esconde cualquier reminiscencia de sus "hermanos". Las baterías de ion-litio, van escondidas bajo el maletero para mantener un centro de gravedad muy bajo y favorecer así la agilidad del coche.

Otra ventaja con respecto a otros vehículos similares, es que está exento del impuesto de matriculación, puesto que solo emite 117 gramos de CO2/km a la atmósfera y además se anuncia un consumo combinado de 5 l/100km. A la hora de circular con él CR-Z, hay que tener en cuenta que a la izquierda tenemos tres botones que varían sustancialmente la respuesta del coche; Normal, Sport y Econ.

Si pulsas este último, te puedes imaginar lo que te espera. Salidas lentas, recuperaciones lentas, adelantamientos lentos..., pero eso sí, muy respetuoso con el medio ambiente, porque aunque reduzcas para obtener más respuesta, el coche solo te va a responder poniendo el cuentakilómetros de color azul en vez de verde, que es el color que tiene cuando conducimos "correctamente".

El modo Normal es bastante similar en cuanto al funcionamiento, pero cuando pulsamos el modo Sport... Así sí; el coche actúa como tiene que actuar y sube de vueltas de una forma muy fluida, ya que como hemos comentado anteriormente, tienes disponible el par máximo a partir de muy pocas vueltas. Parece un pequeño coche con turbo pero sin tenerlo y el sonido que procede del escape es más evidente; !si hasta el marcador se ha puesto de color rojo brillante!.

Si le "aprietas" mucho, te darás cuenta que la dirección es un tanto artificial pero bastante dura en el modo Sport y que en una sucesión de curvas te resultará complicado acostumbrarte a sus reacciones en la zaga, pero en cuanto lo coloques en la curva, puedes acelerar sin miedo.

El 0-100 lo marca en unos respetables 9,9 segundos y la velocidad máxima es de 200 km/h.

En cuanto a los precios, parte de los 21.300 euros de la variante S, pasando por los 22.300 del Sport, 23.800 del GT hasta los 25.800 del GT Plus.

Para mi gusto, es un coche para ir al trabajo y hacer alguna ruta entre pueblos los fines de semana. Tiene una línea atractiva y gasta poco, pero es poco práctico. Como segundo vehículo no está ni tan mal, pero no lo subestiméis que esto es solo el principio.