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Mercedes Benz SLK. El cabrio más deseado

El concepto de biplaza deportivo con techo duro retráctil, se podría decir que tiene su origen en el nacimiento de este modelo de Mercedes Benz, allá por 1996.



Durante todos estos años, ese concepto no ha hecho nada más que evolucionar y mejorar hasta nuestros días, llegando al punto culmen con la tercera generación del SLK presentada recientemente.



El nuevo modelo comparte muchas cosas con el modelo precedente, pero también tiene muchísimas novedades que os iré desgranando en este artículo.



¿Qué comparte con la anterior generación?. Pues por ejemplo el esquema y arquitectura de las suspensiones, que pese a no variar sobremanera, sí que se han puesto al día los amortiguadores y muelles para obtener un mayor aplomo en carretera, una mayor estabilidad y una sublime guíabilidad, todos estos factores ya de por si bastante buenos en la anterior generación.



Otra cosa que apenas han tocado son los motores empleados, aunque los han optimizado para obtener un mayor rendimiento con un menor consumo.



Así pues, los motores que empleará este modelo de momento son dos; un 1.8 de cuatro cilindros sobrealimentado con dos gamas de potencia, 184cv en el SLK 200 y 204cv en el SLK 250. Como tope de gama en el SLK 350, dispondremos de un 3.5 V6 de inyección directa con 306cv. Todos ellos son más que suficientes para mover con soltura un coche como este.



En cuanto al diseño exterior se refiere, está claramente inspirado en su "hermano" mayor SL, pero a escala, con unas líneas muy marcadas y un frontal típico en los modelos de nueva hornada, donde la estrella se hace omnipresente en la rejilla delantera y una trasera muy fluida y atractiva, visualmente hablando, pero que no tiene un diseño ni original, ni rompedor; simplemente toma prestadas soluciones y patrones ya vistos en otros Mercedes Benz y los combina a la perfección para crear este nuevo modelo.



En el interior se respira calidad por los cuatro costados. Ahora el salpicadero está basado en el SLS y tiene una terminación y unos acabados dignos de la marca con muchos botones en la consola central de tacto muy agradable, no como en el modelo anterior que tenía algún que otro pulsador de aspecto duro y tosco.



Los asientos regulables eléctricamente sujetan muy bien el cuerpo y, opcionalmente, puede ir tapizado de Nappa, que es el tipo de cuero más lujoso que existe. Los mandos están muy a mano y situados de forma ergonómica. El único que desmerece un poco por su situación es el que corresponde al que lo convierte en descapotable, un fallo muy a tener en cuenta siendo un coche descapotable.



El equipamiento disponible es amplio desde las versiones más básicas, pero a golpe de talonario, podemos equiparlo con sistemas casi de ciencia ficción como el Attention Assist, que previene el cansancio del conductor, el lector de señales de tráfico, el Distronic Plus, que frena el coche automáticamente en el caso de percibir un obstáculo, el Comand Online con conexión a internet y disco duro de 10Gb, el Airscaft presentado en la anterior generación y que es una cortina de aire caliente procedente del reposacabezas que te permite circular sin techo aun en invierno...; y la novedad incorporada en esta generación que se denomina Magic Sky.



El Magic Sky, es un techo panorámico de cristal que se torna de color azul oscuro, si así lo deseamos, por medio de un botón y que sirve para aislar a los ocupantes de las incidencias de los rayos solares y de la sensación térmica producida por este efecto en el interior del habitáculo cuando vamos cerrados. Como si nos pusiéramos unas gafas de sol.



Nos sentamos a los mandos, replegamos el techo (que para eso es descapotable...), y arrancamos. El arranque por botón Keyless, es una opción que cuesta 1.350 euros, así que tú mismo... Nos ponemos en marcha y automáticamente, como os he comentado antes, te das cuenta que sobra potencia hasta en el motor más "pelado". Acelera como un auténtico misil haciendo el 0-100Km/h en 7,3 segundos en el caso del SLK 200, 6,6 segundos en el 250 y 5,6 en el caso del SLK 350.



La dirección es muy precisa, pero como suele suceder en la mayoría de los casos, no transmite fielmente lo que ocurre debajo de las ruedas, aunque hay una opción que es el paquete dinámico avanzado por unos 1.700 euros, que incluye una dirección de asistencia variable en función de la velocidad, unos muelles que reducen la altura de la carrocería en 10mm, amortiguadores adaptativos y el sistema Torque Vectoring Brake, que es un dispositivo que actúa sobre los frenos y el ESP, para simular un diferencial autoblocante que te permitirá ciertas licencias con el coche sin que el ESP sea muy intrusivo.



Hay otro detalle muy curioso respecto al orden de marcha, y es que se ha estudiado el interior acústicamente para que los ocupantes escuchen con cierta nitidez el rugido del propulsor estando descapotados, ya que el coche se muestra muy silencioso desde el exterior.



Un "pero" respecto al orden de marcha a cielo abierto, es que a partir de 120Km/h, el ruido del viento en el interior, hace que tengas que alzar la voz para hablar con el acompañante, puesto que este coche no está tan elaborado en este punto como, por ejemplo, un Porsche Boxter.



La caja de cambios utilizada para este modelo es la archiconocida 7G-Tronic, que también montan otros muchos modelos de la marca y que se caracteriza por tener un funcionamiento muy suave y correcto, pero que en modo automático, es bastante "torpe" a la hora de realizar una conducción deportiva. No obstante, si adquieres el paquete deportivo AMG por 3.300 euros, tendrás unas levas detrás del volante para que seas solo tú el que selecciones las marchas.



Es más un coche utilizable en el día a día, que para hacer tramos de rallyes o competir en un circuito. De hecho, todas las mecánicas tienen el sistema Start-Stop para reducir el consumo en ciudad, llegando a ser hasta parcos para un coche de estas características y cualidades, homologando 6,4/100 Km que gasta el SLK 200 de media en ciclo mixto, hasta los 7,1 que presume consumir el más potente 350. Aunque siendo serios, habría que añadirles por lo menos 2 litros más en una conducción real.



Los precios parten desde los 42.300 euros de la versión SLK 200 con 186cv, pasando por los 47.600 euros del SLK 250 con 204cv hasta los 57.150 euros que te pedirán por el más potente 350 con 306cv.



En un futuro podremos contar con una mecánica diésel, que presumiblemente será el 250 Cdi y con la versión ultravitaminada AMG.



La verdad es que les ha quedado un coche muy atractivo y digno sucesor de la saga, pero a pesar de tener una gama de potencia de entre casi los 200cv y los más de 300cv y una configuración biplaza y cabrio, no es un coche excesivamente deportivo. Además, como ocurre en todos los Mercedes Benz, tendrás que desembolsar unos pocos euros más si quieres un coche con un equipamiento mejorado y a un alto precio ya que, por ejemplo, el climatizador cuesta 980 euros en un coche que cuesta !!!57.000!!!. Por lo menos, el maletero es lo suficientemente grande para dos ocupantes pudiendo albergar hasta 335 litros con el techo puesto (225 litros con el coche descapotado).
 

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