Personajes: Bernie Ecclestone
La F1 está en auge. Este año por fin parece que dejaremos de ver un monologo del equipo Red Bull y sus pilotos, Sebastian Vettel y Mark Webber y volveremos a vibrar con carreras disputadas y emocionantes en las que no se decide el vencedor hasta la última vuelta.
En las dos primeras carreras han ganado dos pilotos diferentes, de dos equipos diferentes y a ocurrido de todo. Eso es bueno para la categoría reina del motor, y lo que es bueno para la F1, es bueno para su dueño; el carismático Bernie Ecclestone.
Hijo de un pescador y de un ama de casa; Bernard Charles "Bernie" Ecclestone nace el 28 de octubre de 1930 en la localidad inglesa de Suffolk.
Desde bien pequeño ya tenía madera de "macho Alfa" o de líder, como prefiráis; puesto que dicen de él, que como era bajito y esmirriado, pagaba a unos "matones" para que le protegieran en el patio del colegio.
También se cuenta que ya por aquel entonces era un "artista" de los negocios y que compraba caramelos y bollos, para revenderlos en el patio del colegio al doble de lo que había pagado, o que salía corriendo de clase para comprar todos los billetes del tren que les llevaba del colegio a casa y los vendía después por un precio superior.
Cuando era adolescente, dejó los estudios, comenzó a trabajar vendiendo plumas y relojes y se propuso ser piloto de motocicletas. Competía con el equipo Brands Hatch y a los 17 años estaba tan obsesionado por el mundo de las motos, que combinaba la competición con el comercio de las mismas y de vez en cuando, con algún coche.
Su primer acercamiento al mundo de los monoplazas de competición, fue durante el gran premio de F1 de Silversone de 1951 con un Cooper. Era bastante rápido, pero tuvo un accidente. Durante su convalecencia decidió que se centraría en sus negocios porque no quería pasarse la vida postrado en una cama mirando al techo.
Durante los siguientes años, se dedicó a la compra-venta de coches de alta gama y los rumores apuntan que proporcionó los coches con los que escaparon los ladrones del famoso asalto al tren de Glasgow en 1963. Él siempre lo a negado, pero quien sabe.
En 1957, Bernie se ofreció a ser el manager de su amigo, el piloto Stuart Lewis Evans durante el gran premio de Mónaco de ese año. En el gran premio de Marruecos de 1958, Stuart tuvo un accidente mortal, que hizo que Bernie se sumiera en una gran tristeza y dejara las carreras para dedicarse de nuevo a sus negocios.
La tentación de volver al mundo de la F1, le llegó en 1965 de la mano de su amigo, el piloto Jochen Rindt. Éste se mató en el gran premio de Monza en 1970 y a partir de ese nuevo varapalo, Bernie decidió no volver a intimar con ningún piloto, aunque tuvo la visión de que en un futuro la F1 podía llegar a ser muy lucrativa.
Bernie seguía sumido en sus negocios y estaba ganando mucho dinero con bienes inmobiliarios, así que cuando se le presentó la oportunidad, en 1971 compró el equipo Brabham, que por aquel entonces no andaba en sus mejores momentos.
Eso le permitió entrar en la FOCA (Formula One Constructors Associaton), y hacerse poco a poco con el mando. Echó a todos menos al genial diseñador Gordon Murray; del que ya hablaré en algún momento.
En una de sus reuniones, propuso estandarizar y negociar todos los grandes premios en conjunto, ya que por aquel entonces, en cada país se organizaba de una forma diferente y era un auténtico caos.
A todos les pareció una gran idea, pero nadie quería hacerse cargo de aquella "papeleta", así que Bernie simplemente dijo "Lo haré yo".
Más tarde, se dio cuenta del potencial que se estaba desaprovechando con los derechos de televisión. Durante la década de los 70´s, Bernie vendió los derechos de retransmisión a varias cadenas locales y nacionales de todo el mundo, obteniendo unos beneficios espectaculares. De hecho; hoy es el día en el que solo los derechos de TV suponen un beneficio de más de 800 millones de euros, de los que un 47% van a parar a las escuderías, un 30% a la FIA y el 23% que resta; a Bernie y sus múltiples empresas con las que gestiona el circo de la F1.
En la actualidad lo controla todo; desde los comentados derechos de TV, pasando por el merchandising, la organización de los GP´S, todo lo relacionado con la F1 en la red...
Es un gran estratega de los negocios y tras 25 años dirigiendo los hilos de este deporte, es indudable que ha conseguido grandes cosas para convertirlo en un auténtico espectáculo de masas, lo cual le reporta grandes beneficios. Su mayor principio es "Máximo beneficio con el menor gasto posible".
Como persona, es muy audaz y a pesar de su carencia de estudios, lo suple con un gran carisma y su filosofía de vida, además de un gran sentido del humor inglés. Siempre cumple con su palabra y se dice de él que es un gran amigo y un peor enemigo. Es un duro negociador; siempre aprovecha los recovecos y las zonas grises de una negociación para salirse con la suya. Una anécdota referente a esta afirmación ocurrió en 1993 cuando dijo que iba a suministrar a los equipos, los carísimos puestos de bombeo de combustible para repostar. Cuando todas las escuderías protestaron por el precio de aquellas bombas, Bernie aclaró; "dije que iba a suministrar los equipos de bombeo, no que iría a pagarlos"
También hace gala de su arrebatadora personalidad y su gran carisma en cuanto tiene la más mínima oportunidad. Cuando Piquet ganó el campeonato del mundo con Brabham en 1981, él no lo celebró porque dijo "solo a cumplido con el trabajo por lo que le pago".
Era gran amigo de Briatore y los demás jefes de escudería no lo vieron con buenos ojos ya que estaba procesado por fraude. Bernie les respondió "si no me relaciono con gente que hace trampas, no podría hablar con nadie".
Su otra debilidad, además de los coches y el dinero; son las mujeres. Ha estado casado en tres ocasiones, la última de sus relaciones fue la más larga y la que más dio que hablar a la prensa amarilla del Reino Unido.
Fue con la modelo Slavica Malic, con la que tuvo dos hijas; Tamara y Petra. Le sacaba una cabeza de altura y la prensa bromeaba diciendo que solo se podía poner a su misma altura, si se subía a su billetera.
El matrimonio era bastante tormentoso y saltaron a la luz los maltratos físicos de Slavica hacia el pequeño Bernie. Pero él lo tomaba con humor. Cuando "cazaron" a Max Mosley realizando prácticas sadomasoquistas con tres prostitutas, Bernie comentó; "hay gente que paga por eso; yo lo tengo gratis todos los días".
Se divorció en 2009 y le costó la "módica" cifra de 670 millones de euros, pero por lo menos, aun mantiene una gran relación con sus dos hijas.
Sus anécdotas y frases célebres se cuentan por millares y sus años dedicados al imperio de la F1, han hecho de Bernie un personaje muy odiado y muy querido por todos; pero nunca a resultado indiferente a nadie.
Es capaz de venderte una corbata en el desierto y ha convertido al deporte rey del motor en lo que es hoy en día; un espectáculo de masas que genera miles de millones de beneficios a organizadores, pilotos, equipos, marcas de automóviles y de neumáticos, patrocinadores y múltiples empresas colaboradoras; pero sobre todo, a él.
Bernie no ha inventado la piedra filosofal, sino que la ha modernizado y la ha comercializado con éxito, así que como él lo ha hecho; él se lo lleva.
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