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Retroprueba: BMW 318i E30 (Parte 3)

 



Tercera y última parte de la retroprueba del 318i E30. Ya hemos visto cómo es y cómo se conduce, vamos ahora a ver qué tiene y su utilidad.

Equipamiento

No conozco la lista de opciones de los E30, pero ya dije que este es un modelo sencillo en cuanto a motorización y equipamieto. Aún así, en esta unidad nos encontramos con una dotación más que suficiente y, quizá incluso, sorprendente en un coche de esta época.

Así nos encontramos con elementos como: cierre centralizado (sin mando a distancia) con cierre de seguridad, aire acondicionado, dirección asistida, elevalunas eléctricos en las plazas delanteras, espejos regulables eléctricamente, regulación de altura de faros... y hasta aquí puedo leer.

Obviamente no dispone de las comodidades, no ya de los coches modernos, sino de los de hace ya unos lustros. Pero no olvidemos que estamos hablando de un coche diseñado hace 30 años y actualizado hace veintipico. No obstante es justo decir que no se echa en falta nada, se dispone de los elementos necesarios para que la vida a bordo sea agradable incluso en viajes largos.

Seguridad

En lo tocante a seguridad es donde el E30 pierde puntos. Volviendo a su diseño exterior nos encontramos con que aparte del pilar C, que es bastante grueso, los pilares A y B resultan finos. Las puertas tampoco ofrecen un aspecto muy sólido.


No penséis en elementos tan habituales actualmente como controles de tracción y estabilidad, pues este coche no dispone siquiera de ABS o airbags. En menor medida también nos encontramos con espejos de curvatura simple, que hacen que el ángulo muerto sea enorme (aunque con mini-espejitos se ha paliado bastante este problema)

¿Entonces qué seguridad nos aporta este coche? Pues dentro de lo que cabe, reune un conjunto de características que lo hacen más seguro de lo que a priori se podría pensar después de lo que he dicho.

Los neumáticos; 195 mm de ancho quizá no es una medida sorprendente, pero en su época se consideraba bastante grande, así que el coche "pisa" bien. Esto unido a lo que dije de su comportamiento y suspensiones ayuda bastante en la estabilidad en curva y en la frenada.

El contenido peso del coche (menos de 1100 kg) es otro factor a favor. Estamos hablando del orden de 200-300 kg de diferencia frente a coches actuales de tamaño similar. Esto minimiza mucho las inercias, lo que sumado a la cantidad relativa de goma en contacto con el suelo y a unos frenos que ofrecen una frenada potente, dosificable y estable.

No disponer de ABS es un hándicap muy notorio, aunque los ABS de la época tenían la fama de alargar la distancia de frenado considerablemente. Recuerdo que por entonces la gente era muy reticente respecto a estos sistemas y más de uno no quería ni oír hablar de estos sistemas. Afortunadamente todo esto se mejoró y por norma y por amor a nuestra integridad física el sistema lo encontramos en todos los coches que se venden desde hace unos años.

Como dije hablando del comportamiento, en curva es subvirador por regla general, lo que lo hace asequible a cualquier conductor (por si alguien piensa que un tracción trasera sin ayudas electrónicas es un peligro sobre ruedas). Sólo se torna sobrevirador sobre firmes muy deslizantes (nieve, grava) y más a voluntad del conductor que del propio vehículo.

A pesar de todo esto, sigue sin ser un coche seguro dados los estándares actuales. Me gustaría saber cuántas estrellas EuroNCAP sería capaz de obtener. La seguridad pasiva recae íntegramente en una carrocería sin refuerzos, los cinturones de seguridad y los reposacabezas.

Por lo tanto es en este apartado, la seguridad, donde nos encontramos el mayor punto negativo del E30 (y, en general, de cualquier coetáneo suyo).

Practicidad y economía

Dejando a un lado todo lo anterior referente a equipamiento, seguridad y comportamiento vamos a ver qué tal es este coche para lo que suele ser un coche, esto es: transportar personas y bártulos de un sitio a otro.

En la primera parte ya avancé un poco todo esto al hablar de la habitabilidad. Las plazas delanteras sólo pecan de ser un poco estrechas, pero no por ello son incómodas o insuficientes. Yo mido 1,90 m y no tengo problemas para entrar y salir del coche, y tampoco para encontrar la postura adecuada al volante. Tengo espacio de sobra para las piernas y la mayor pega que tengo es que el codo izquierdo a veces choca con la ventanilla y que la palanca del intermitente a veces me da en la rodilla al bajarla.

En el lado del acompañante el espacio es incluso mayor y la mayor pega al respecto es que, al estar el salpicadero orientado al conductor, una de las salidas de aire de la climatización no se puede dirigir bien hacia esta plaza.

En las plazas traseras el espacio también es suficiente... para dos personas. La estrechez y el túnel de transmisión hacen que la plaza central sea desaconsejable, aparte de que el cinturón de seguridad para esta plaza es de dos puntos. Además, este espacio es bastante sensible a la disposición de los asientos delanteros, con lo que si conduzco yo, el coche se queda en apenas tres plazas y dos para niños, gente bajita o que no les importe ir apretados.


El maletero tiene 425 l de capacidad, pero la boca de carga es pequeña y alta, además de que el asiento trasero no es abatible, con lo que muchos objetos acaban viajando en las plazas traseras. Afortunadamente estas situaciones no se suelen presentar muy a menudo.

Por lo demás, es un coche bastante práctico en el día a día. Sus medidas contenidas lo hacen ágil en ciudad, a la vez que es cómodo en autovía, con una buena capacidad de carga.

Respecto al consumo, según la ficha técnica los consumos a 90, 120 y urbano son, respectivamente: 6, 7,9 y 9,7 l/100 km. Desde aquí oigo las risas de los adictos a las mangueras negras... veremos quién ríe último.

He de decir que cuando adquirimos el E30 nos esperábamos unos consumos elevadísimos. A priori todo está en contra: consumos homologados altos, antigüedad, kilometraje... Pero la ligereza del vehículo y la aplicación de técnicas de conducción eficiente hace que los consumos homologados no sólo se alcancen, sino que incluso se mejoren.

El consumo medio del E30 se encuentra por debajo de los 8 l/100 km, obteniendo consumos de unos 7 l/100 km en conducción exclusiva por autovía (y yendo a 120 km/h, no hago trampas yendo a 100 o así) y unos 9 l/100 km en conducción urbana.

Ya lo dije en su día: hasta cierto punto el coche gasta; pero la mayor parte la gasta el cacho de carne con ojos tras el volante, independientemente del tamaño, potencia o tipo de combustible del coche.

En un coche con esta antigüedad y kilometraje otro aspecto de la economía a tener en cuenta es el del mantenimiento y las averías.


El ser un BMW viejo no le quita de seguir siendo un BMW y eso se nota a la hora de sustituir piezas. Un par de piezas que ha sido preciso cambiar no han sido asequibles que digamos. Afortunadamente otras pequeñas cuestiones se han podido arreglar echando mano de juego de llaves de vaso, destornillador, manual Haynes y tutoriales de internet.

Respecto al mantenimiento habitual, hace un año se le cambiaron los 4 neumáticos y la mayor pega viene por ser una medida "rara" (195/65 R14). Los talleres no la suelen tener en stock y en las principales marcas de neumáticos es bastante más cara que las medidas que montan los coches en la actualidad. En un taller de confianza nos recomendaron la marca Nexen y es la que equipa actualmente. Además de ser más barata, el rendimiento que ofrecen para un uso normal es el adecuado.


Por supuesto si quisiera ir "a fuego" en cada curva y en cada glorieta, le equiparía con las gamas altas y deportivas de las primeras marcas. Pero como ya he dicho, el rendimiento de esta marca es más que suficiente, y para ser un coche sin ayudas electrónicas se sujeta de maravilla.

Conclusiones finales

Entonces, ¿cómo queda la cosa? ¿merece la pena tener un coche de este tipo? Obviamente en mi caso la respuesta es "sí", pues por algo lo conservo.

El E30 ha demostrado ser un coche fiable y cómodo. Si nos paramos a pensar en el equipamiento y apartando un momento el tema de la seguridad, lleva lo imprescindible. Quizá se debería reflexionar un poco sobre el equipamiento de los coches actuales, pues multitud de gadgets, cachivaches y pijadas no dejan de ser eso, cachivaches y pijadas que no son ni mucho menos imprescindibles. Sí, hacen la vida a bordo más cómoda y agradable, y se farda cosa mala frente a amigos y familiares, pero salvo cuatro gadgets verdaderamente útiles, lo demás es puro marketing.

Como ya dije, la seguridad es el mayor punto flaco. Respecto a la seguridad activa, pese a no disponer de las habituales ayudas electrónicas, el coche da mucha confianza y si se lleva con normalidad no pasará nada extraño, sólo hay que tener algo más de precaución en condiciones adversas. En lo tocante a seguridad pasiva, prefiero no tener que comprobar cómo se comportaría.

El consumo de carburante no es excesivo y la excelente fiabilidad del fabricante alemán hacen que ni el consumo ni el mantenimiento sean una preocupación mayor que en cualquier otro coche. Sí, el consumo sigue siendo alto, pero los menos de 8 l/100 km que os he referido es un consumo real, usando el coche en ciudades reales y carreteras de verdad, no en simulaciones de homologación.


Y respecto a la conducción del coche, el E30 tiene cierto halo de deportividad. Creo que se debe a la versión M3, que se lo contagia a las versiones más modestas y se tiende a meter a todos los E30 en el mismo saco. Si nos paramos a mirarlo bien, el 318i no es un deportivo.

He de decir que el vehículo de mi familia fue durante años un Alfa Romeo 75 1.8 IE, un coche de época y concepto calcado al E30; ambos de propulsión, cilindrada y peso semejantes... El Alfa era algo más potente y bastante más deportivo por concepto. El motor era más brioso y estiraba más, además de emitir un sonido mucho más agradable y con cuore. Con esto quiero decir que sé un poco de lo que hablo y tengo con qué comparar.

En el 318i las suspensiones resultan blandas, el volante demasiado grande, el motor no es precisamente brioso... características que no lo hacen precisamente deportivo. Por otro lado la ligereza, agilidad, agarre y la tracción trasera le aportan ese puntito que te hace sentir algo diferente del resto, algo que otros coches no tienen. Además, si te lo propones y sin precisar un excesivo desembolso económico, este carácter bipolar que comento podría inclinarse fácilmente hacia el lado motorsport.

Y esa es la clave de éste coche, por qué tiene ese aura y por qué gusta tanto y es tan recordado. Sin ser nada del otro mundo, no sólo es un medio para moverte del punto A al punto B, sino que en el trayecto llevas algo especial entre manos. Tiene un "nosequéquequéseyo" que ya no tienen los coches actuales, demasiado electrónicos, demasiado filtrados... Así que "hasta que el cuerpo aguante" y a disfrutarlo hasta que llegue ese día.

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