Seat León. Vuelve a rugir
Que recuerdos. El Seat León fue el primer coche pagado por mi y es un coche al que le tengo un gran cariño.
Me encantaba conducirlo por carreteras reviradas y apurar las marchas antes de frenar con firmeza en las curvas, reducir una o dos marchas y acelerar hacia la siguiente repitiendo de nuevo el proceso como si no hubiera un mañana. Dicho así parece que soy un loco de la carretera y que si lo lee algún guardia vendrá a buscarme para quitarme algún que otro punto. El agarre excepcional que ofrecía ese coche y la seguridad que te proporcionaba al conducirlo, te invitaba a explorar sus límites en ese tipo de calzadas; pero siempre con cabeza y responsabilidad y sin poner en peligro nunca a otros usuarios.
La siguiente generación, que todavía se vende, y que recibió un ligero "restyling", no estaba mal y mantenía las mismas cualidades dinámicas que se le presuponen a cualquier Seat y que yo tenía el León de la primera generación, me tiraban para atrás a la hora de cambiarlo. Su carrocería con aires de monovolumen, unos interiores bastantes simples y con unos acabados, para mi gusto, menos logrados, le hacían perder puntos respecto a sus rivales.
Estéticamente ha cambiado las formas redondeadas y suaves, por ángulos rectos y formas afiladas. Los pilotos delanteros adquieren ahora una forma trapezoidal con los intermitentes integrados, muy en consonancia con el nuevo estilo de diseño de la marca y que ya se puede ver en el recién remozado Seat Ibiza.
Por su parte, en el lateral nos encontramos con unas líneas muy limpias y sin ningún tipo de aditamento estético reseñable. Los pilares delanteros son más estrechos, gracias a que se ha utilizado la misma técnica de fabricación de acero estampado en caliente que en el nuevo Golf, por lo que se mejora el campo de visión del conductor y el diseño de los retrovisores es también muy espectacular y bonito, a pesar de que su tamaño es bastante pequeño.
La visibilidad trasera es la que ha sufrido las consecuencias, ya que el diseño en la zaga es bastante más voluminoso a partir del pilar C. Tampoco alberga el tirador de las puertas traseras, ya que han vuelto a su posición original, y los faros traseros, de aspecto rasgado, le aportan una buena dosis de dinamismo.
En el interior nos encontramos con un salpicadero muy bien ordenado, también con ángulos rectos y aristas que le dan un toque moderno y coordina muy bien con el exterior.
Cuenta con una pantalla central táctil de gráficos mejorables, que corresponde al sistema de infoentretenimiento y desde la que podemos acceder al ordenador de a bordo o la radio, con conexiones Bluetooth, puertos USB..., y en las versiones más equipadas, se podrá montar el Seat Drive Profile, con cuatro modos de funcionamiento; Confort, Eco, Sport e Individual, que varían los parámetros del coche según nuestro estilo de conducción en cada momento. También varía la iluminación ambiental del coche, que pasa de blanco en los modos, Eco y Confort, a un rojo pasión en el modo Sport.
El habitáculo ha ganado en espacio gracias a que se ha aumentado la distancia entre ejes unos 58 mm y la sensación aún es mayor, gracias a la mayor luminosidad interior, sobre todo si incorpora el techo panorámico opcional. Los asientos delanteros sujetan muy bien el cuerpo y tienen un mullido perfecto para evitar la fatiga del conductor en viajes largos.
Las plazas traseras también son cómodas, pero solo para dos ocupantes, ya que acusa el mismo defecto que su predecesor y el túnel central es muy voluminoso para que un tercer ocupante vaya con total comodidad.
El maletero también gana 39 litros de capacidad, pero como consecuencia de incorporar una rueda de repuesto de "galleta".
La reducción de peso es patente y se nota mucho en su comportamiento. El León comparte la plataforma global MQB con sus "primos" alemanes Audi A3 y Volkswagen Golf y las mismas soluciones en cuanto a su fabricación.
Como os he comentado antes, la construcción en acero estampado en caliente permite obtener un acero de alta resistencia, pero con un grosor mínimo, lo cual redunda en mayor ligereza pero sin perder ni un ápice de seguridad. También la rigidez torsional a sido mejorada en un 15% respecto a su predecesor.
Como os he comentado antes, la construcción en acero estampado en caliente permite obtener un acero de alta resistencia, pero con un grosor mínimo, lo cual redunda en mayor ligereza pero sin perder ni un ápice de seguridad. También la rigidez torsional a sido mejorada en un 15% respecto a su predecesor.
Como consecuencia de todo ello, se pueden permitir montar unas suspensiones más suavizadas que contribuyan a un mayor confort, pero sin perder la deportividad en su comportamiento.
En algunas versiones se ofrecerá la posibilidad de montar el nuevo eje torsional posterior, que aumenta el confort de marcha, demostrando mayor capacidad de absorción de los baches y cambios de dirección, que sus rivales más directos. El más elaborado eje multibrazo trasero, se montará, de momento, en las versiones más prestacionales, para que los precios de las versiones más básicas no se disparen.
La gama de motores es muy amplia desde el inicio y a lo largo de 2013 y 2014 irá aumentando con nuevas versiones, pero de momento; contaremos con dos motorizaciones de gasolina y dos diésel con varias gamas de potencia.
El 1.2 TSI con 86 y 105cv, asociados a los acabados Emotion, Reference o Style y el 1.4 TSI con 122 y 140cv asociados a los acabados Style o FR, como los representantes de gasolina.
En los motores de ciclo diésel tenemos el 1.6 TDI de 90 o 105cv, con los acabados Emotion, Reference o Style y un 2.0 TDI con 150cv, a elegir entre los acabados Style y FR.
Más adelante llegarán los vitaminados FR auténticos, con un TFSI de gasolina de 180cv y un TDI con 182cv, además de las versiones con cambio DSG de 7 relaciones.
También podremos contar con un 1.4 TSI con desconexión de cilindros, al estilo del nuevo Polo GT, un 1.6 TDI Ecomotive, con tan solo 86 g/CO2 por kilómetro recorrido emitido a la atmósfera y un bi-fuel CNG, que funcionará con gasolina o con gas natural indistintamente. Ya en el 2014 podremos disfrutar con la versión Plug-in enchufable y el esperado Cupra, que seguro que posee una potencia descomunal.
A partir de diciembre se podrán hacer pedidos del Seat León en cualquier concesionario de la marca. Los precios varían desde los algo menos de 15.000 euros para la versión 1.2 de 86cv y acabado Emotion, hasta los casi 25.000 que te pedirán por un León 2.0 TDI y acabado FR con todos los extras.
Al nuevo León le auguro un gran éxito de ventas. Es más bonito, más llamativo, posee la última tecnología de vanguardia y su comportamiento es de lo mejor de su clase. Es una "perita en dulce" para potenciales compradores de entre 20 y 35 años.
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