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Ultraligeros

Los ultraligeros son aviones sin motor, fabricados en fibra de vidrio, con unas alas muy largas y un diseño muy estilizado que, ayudados por una avioneta, inician el vuelo y una vez en el aire, son capaces de planear con total seguridad durante unos cuantos minutos.



Pero en el mundo del automóvil también existe una estirpe de vehículos a los que se les puede denominar de esa manera debido a su configuración, con un motor medianamente potente y a un peso liviano. Las marcas más punteras y deportivas como BMW, Ferrari o Lamborghini, por poner unos pocos ejemplos, se han dado cuenta que fabricar motores más potentes, teniendo en cuenta el tema de las emisiones y demás, es tontería, y han optado por aligerar peso y librar de artificios a sus versiones de calle más potentes y radicales, al más puro estilo de la competición.



Pues todavía existen unas pocas marcas, que aún no siendo ni las más punteras ni las más conocidas, han decidido fabricar unos vehículos superligeros y exclusivos, aptos tanto para el uso diario, como para hacer tiempos en cualquier circuito con una alta dosis de emoción y diversión. Hoy os voy ha descubrir tres ejemplos de este tipo de coches. Por supuesto hay muchos más, pero estos son los más deseados por todos aquellos que disfrutan de la conducción y lo quieren hacer sin artificios.



El KTM X-Bow es uno de ellos. Pese a que la marca es especialista en la fabricación de motocicletas, un buen día decidieron desarrollar un coche exclusivo y extremo para los más puristas. Contaron con la colaboración de marcas reputadas en el mundo de las cuatro ruedas como Dallara; que desarrollaron el chasis, Audi; que les prestan el motor y la caja de cambios o Magna Steyr; que es la encargada de producir y ensamblar semejante máquina.



Todo este despliegue de medios han sido necesarios para crear un vehículo, que según los responsables de KTM, reúne lo mejor de las dos ruedas, pero sin la necesidad de tener carné de moto.

El creador de la carrocería es el mismo que diseña las motos de la marca y ha prescindido de techo, puertas y cualquier cosa superflua e intrínseca en cualquier coche, para que la conducción sea de lo más pura. Así que si llueve, te tocará parar y cubrir el habitáculo con una funda específica para ello y esperar a que escampe.



El peso total de este coche es de 700Kg, o lo que es lo mismo, la mitad de cualquier compacto medio del mercado. El chasis es una estructura monocasco realizada en fibra de carbono de una sola pieza y tan solo pesa 70Kg. El material utilizado es muy caro y es el mismo que utilizan para fabricar el chasis de los F1 o de algunos coches de calle exclusivísimos, como el Mercedes Benz SLR. Con ello, se aseguran una gran rigidez y seguridad en caso de impacto.



Y es que a pesar de su aspecto "débil" posee unas notables cualidades en cuanto a seguridad de los ocupantes, ya que además del chasis de fibra, a éste van ancladas unas barras antivuelco de acero, justo por detrás de las cabezas, para evitar males mayores. También tiene un equipo de frenos muy potente firmado por el especialista Brembo y hasta la cola del escape está puesta de una manera estética y estratégica para amortiguar un golpe en caso de tener una colisión por alcance.



Eso sí, en cuanto a lo demás, se prescinde de cualquier ayuda electrónica como el ESP o el control de tracción y de elementos como el Airbag, por ejemplo, aunque los cinturones de seguridad tienen cuatro puntos de anclaje (cinco puntos como opción) para asegurarte que no te mueves bajo ninguna circunstancia. Todo está orientado y estudiado para realizar una conducción lo más pura posible.



La única ayuda para gobernar el coche procede de un diferencial mecánico. Pero no os engañéis, no es para poner las cosas en su sitio cuando perdáis el control, sino que sirve para aprovechar la potencia del coche, el juego de suspensiones y el agarre.




Por cierto, el conjunto muelle-amortiguador está posicionado de forma casi horizontal, una solución técnica utilizada en monoplazas de competición y al ser tracción trasera, las ruedas tienen una medida de 205mm delante y 235 detrás, con monotuerca y unos pasadores para hacer un posible cambio de neumáticos en un tiempo récord.



El motor es un 2.0 con 240cv, capaz de propulsar a este coche hasta una "discreta" velocidad máxima de 220 Km/h. Y digo discreta porque el objetivo del KTM no es una gran velocidad punta, sino pulverizar el apartado de las aceleraciones. Alcanza los 100 Km/h desde parado en 3,9 segundos, como un Porsche 911 Turbo, y en casi 8 segundos ya alcanza los 160 Km/h. El cambio es manual de 5 velocidades pero podemos instalar un secuencial S-Tronic bajo pedido. También, como opción, el motor puede aumentar su potencia hasta los 300cv.



A la hora de afrontar la conducción, nos encontramos con un coche radical, pero muy divertido, con una gran capacidad de tracción bajo cualquier circunstancia y una guiabilidad de lo más precisa, ya que el volante solo tiene una vuelta entre topes. Podría ser comparable a un kart de competición. pero más grande y potente. De hecho; es necesario el uso de casco para poder conducirlo.



Debido a su bajo peso, el ancho de vías, el motor más que suficiente y los estudios dinámicos que se realizaron sobre este ultraligero en el túnel de viento de Dallara; es capaz de generar 200 Kg de fuerza descendente a 200 Km/h, para "pegar" el coche al asfalto, y es capaz de soportar hasta 1,23 G´s de aceleración lateral en curva, cuando un buen coche de calle normal puede soportar hasta 85 G´s.




El precio de esta criatura es de unos 48.000 euros y la producción está limitada a 1.000 unidades al año.



El Ariel Atom es otro componente de esta estirpe de elegidos. Estéticamente no parece un coche, parece una nave espacial, aun más si cabe, que el KTM.



Sentado a sus mandos no hay nada que te separe del exterior, sólo una estructura multitubular que deja entrever todo lo que ocurre en el habitáculo. En el interior nos encontramos con infinidad de mandos, pulsadores e interruptores, rodeando el espacio dedicado al conductor y donde podemos regular, de forma manual, los diferentes parámetros del vehículo, algunos tan exóticos como el reparto de frenada entre el eje trasero y delantero.



Debido a su alta capacidad exhibicionista es recomendable que te adaptes a los mandos y a sus reacciones antes de conducirlo en público si no quieres hacer el ridículo más absoluto saliendo de un semáforo, por ejemplo. Y es que es un poco complicado coordinar una caja de cambios semiautomática de seis marchas, accionadas por medio de unas levas de carbono que hay detrás del volante casi de competición, con un régimen de par relativamente bajo.



Existen dos variantes sobre este coche en lo que a motorizaciones se refiere. Una es el Ariel Atom 300, con un motor procedente del Honda Civic Type R pero turbo, que genera 300cv de potencia y en el que hay que tener especial cuidado con la entrada del turbo si no queremos tener un disgusto en mitad de una curva. Como segunda variable, nos encontramos con el Ariel Atom V8 500, limitado a tan solo 25 unidades y con un bloque motor resultante de la unión de dos motores de la Suzuki Hayabusa, la moto más potente del mercado, que genera 510cv a 10.000rpm; más brutal en prestaciones pero más dócil a la hora de entregar la potencia ya que es atmosférico.



A la hora de conducirlo y una vez superado el "trago" de ponerlo en marcha, ya que hay que pisar el embrague y soltarlo muy despacio para evitar que se cale; el resto es pan comido, puesto que sube de marcha en apenas 40 milisegundos y baja en unos 50 milisegundos. A partir de ese punto, sólo tienes que concentrarte y disfrutar, ya que da igual que tipo de coches se te crucen por el camino; van a ir todos bastante más lentos que tú.



La suspensión no filtra muy bien las irregularidades del asfalto, ya que tiene un tarado bastante enérgico, y la efectividad prima sobre la comodidad. En el caso del V8 el conjunto está puesto a punto por la firma Intrax y resulta, casi, solo apto para circuito, ya que en carretera abierta la suspensión se torna un "pelín" estresante.



La dirección es muy directa y favorece un guiado del coche espectacular, aún con una amortiguación tan seca y, por si fuera necesario, contamos con la inestimable ayuda de la electrónica para poner cada cosa en su sitio. Un diferencial autoblocante siempre viene bien para ayudarte a salir de las curvas con la mayor adherencia posible, además de un control de tracción regulable, por si el resto de los sistemas no son suficientes.



Esta "joya" de la automoción es capaz de conseguir unas cifras espectaculares. El 0-100 Km/h tarda en hacerlo 3,9 segundos en el caso del 300 y !!!2,9!!!, en el caso del 500; más rápido en aceleración que todo un Bugatti Veyron. Es una cifra casi normal, teniendo en cuenta que la relación peso-potencia es de más de 1.000cv por tonelada, ya que el coche pesa tan solo 550Kg. La velocidad máxima es de 250 Km/h en el 300 y 275 Km/h autolimitada en el 500. Por su parte, los precios van desde los 43.700 euros del Atom 300 básico, hasta los 190.000 euros que te costaría el Atom V8, en el caso de que no se hubieran agotado.


Por último vamos a hablar de una marca más conocida como lo es Lotus. La marca siempre se ha caracterizado por fabricar coches ligeros, llegando a comercializar grandes deportivos, aún teniendo un motor modesto y con una potencia limitada. Su experiencia dentro de la F1 le ha servido como banco de pruebas para después aplicar ciertas soluciones a sus vehículos de calle y la ligereza es una materia de la que se podrían considerar unos auténticos decanos.



El Lotus 2 Eleven es el culmen en la aplicación masiva de este principio, ya que pesa tan solo 745Kg y se le podría considerar un coche de competición apto para circular por la calle y matriculable.

Su diseño se caracteriza por ser una bonita barchetta biplaza con líneas muy marcadas y afiladas. Existen dos versiones; Cup, exclusiva solo para circuito y en el que se eliminan hasta los faros delanteros y la versión homologada para circular solo por Gran Bretaña, que posee un pequeño cristal de Perpex, en los límites de lo que se podría considerar parabrisas y un catalizador, para mitigar el tema de las emisiones.



El motor para este coche es un 1.8 procedente del Toyota Célica pero con un turbo, que hace que alcance los 252 cv de potencia oficial (aunque genera más). La bomba de la gasolina está preparada para una conducción extrema y tiene un sistema de lubricación (por cárter seco) que inyecta aceite a presión cuando no hay suficiente lubricación disponible en el motor, cosa que ocurre en las curvas más cerradas si entramos a "fuego". El intercooler se sitúa detrás del motor para favorecer un capó delantero más plano y así canalizar el flujo de aire hacia el alerón posterior.



El interior no podía ser más espartano. Sólo cuenta con el volante, el tacógrafo y la palanca de cambios. Por su parte, el acelerador es electrónico, con lo que eliminan de un plumazo cualquier tipo de tacto esponjoso o duro. Simplemente acelera y verás como sales catapultado hasta los 100 Km/h en menos de 4 segundos.



Rueda más bajo que el Lotus Exige S y debido a su poco peso y su diseño, tiene un 50% más de apoyo aerodinámico y también es un 25% más ligero. Por su parte, el bastidor también ha sido retocado y no tiene reacciones muy nerviosas, por lo que la conducción es muy previsible y controlable en todo momento.



La velocidad máxima es de 241 Km/h y su precio de 51.250 euros. Habrá gente que prefiera el Exige; se ahorrará unos 8.000 euros y ganará un techo y equipamiento, pero perderá una alta dosis de diversión.

Estos son tres ejemplos claros de ultraligeros. Hay más, pero la idea y el concepto que siguen todos es el mismo. ¿Peso?. ¿Potencia?. ¿Las dos cosas?. He ahí la cuestión.

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