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Infiniti Q50. Mamá, no quiero ser como los demás



Pues sí; ha llegado el día que estábamos esperando en el que para adquirir una berlina de buena calidad podemos dejar de mirar a nuestros "amigos" alemanes y fijarnos en una marca que está apostando por una estética bastante diferente. Infiniti.


Así es, el Q50 viene dispuesto a dar mucha guerra y a meter el "morro" en un segmento en el que BMW, Audi y Mercedes Benz se llevaban el gato al agua con opciones de presencia más que significativas. 

Marcas alternativas como Lexus, llevan operando en Europa desde hace muchos años, previo paso por el mercado de E.E.U.U. Infiniti apenas lleva un lustro vendiendo sus modelos por nuestras latitudes, y poco a poco va incorporando nuevos modelos a su gama.


Como este que os presentamos hoy, que ataca directamente al segmento en el que las marcas "premium" alemanas campan a sus anchas y además estrena nueva nomenclatura con la Q, para sus berlinas, coupés y cabrios.


La primera vez que vi el modelo me sorprendieron sus grupos ópticos delanteros que daban esa impresión de mirada atenta de los ojos de los personajes mangas japoneses. Fue una cosa curiosa, porque más tarde, entre la información disponible sobre este modelo, encontré una referencia del equipo de diseño en la que hablaban de dotar de mirada humana al Q50. Pequeños detalles que hacen diferente a un coche.


Me gusta mucho el juego que hacen sus líneas abriéndose y cerrándose, como las olas o la intensidad de un fraseado musical. Es como si nos dijera la forma de atravesar el aire y dejarlo atrás sin esfuerzo.


Quizá para algunos el diseño no acaba de encajarle completamente, pero no sé si será nuestra natural tendencia a quedarnos con lo establecido
 que actualmente nos tiene acostumbrados a unas líneas bastante más exprimidas. Pero como siempre se suele decir, "para gustos los colores".


Lateralmente el coche nos da una imagen muy diferenciada en todo momento, desde las curvaturas usadas en la carrocería y los pasos de rueda, a unas puertas traseras con un diseño que se escapa de lo establecido y huye de líneas simples.



Pasemos al interior y encontraremos unos materiales agradables a la vista y al tacto, con unos asientos que nos darán un soporte excepcional, tanto a la espalda como a las piernas y nos permitirán disfrutar de los viajes largos sin ningún tipo de problema. De hecho; creo que a más de uno hasta le dará rabia que se haya acabado el viaje y se tenga que bajar. La habitabilidad es realmente buena y cuatro pasajeros camparán a sus anchas en cada una de sus plazas, dejando la quinta relegada a personas de un tamaño más comedido.



El panel de instrumentos es muy original y está orientado plenamente al conductor para que éste no varíe ni lo más mínimo su posición a la hora de activar cualquier elemento.


Contaremos con un maletero de 500 litros que aunque suene bastante bien y sea bastante grande, no es 100% aprovechable por las líneas que se transmiten del exterior al interior Pero es el precio a pagar por un diseño diferenciado.

Por supuesto, el coche nos guardará todos los reglajes que hagamos respecto a los asientos, al volante, modo de conducción, respuesta del cambio..., en los diferentes perfiles configurables hasta en 4 modos distintos. Sí; el coche tendrá más memoria que el conductor. En mi caso tampoco es un gran reto.



Lo primero que nos llamará la atención al entrar son las dos grandes pantallas colocadas en el salpicadero (In Touch), la del navegador y la que controla el resto del coche. Ambas son táctiles y en consonancia con la calidad del resto del coche.



Centrémonos en la unidad que nos permite controlar todos los parámetros del vehículo. Desde ella podemos modificarlo todo, desde la emisora del coche, pasando por el Bluetooth, hasta el tren de rodaje o el modo de conducción que queramos en ese momento.


Muy intuitiva y sencilla de manejar, nos ofrece un ejemplo de cómo integrar la tecnología de uso habitual en un smartphone en un coche 
sin volvernos locos con opciones, menús ininteligibles e incapacidad de comprensión por parte del usuario.


Tendremos opciones de seleccionar entre cuatro modos de conducción: stándard, deportivo, eco y nieve, añadiendo un modo personal con los ajustes que nosotros hagamos.



Siempre he tenido la duda si para una persona un poco "dedos morcilla", tecnológicamente hablando, puede convertir un coche de grandes prestaciones en una barca a la deriva con sus elecciones. Es una de esas preguntas existenciales que siguen sin solución. Espero que para estos casos las marcas pongan unos límites para evitar daños colaterales.


Estrenan un sistema pionero de dirección denominado DAS, que hace que la respuesta sea más rápida y precisa, además de evitar así, posibles averías de los sistemas hidráulicos convencionales.


No tiene ninguna conexión mecánica entre el volante y las ruedas y según la situación, la velocidad y el tipo de vía
; puede realizar diferentes radios de giro con el mismo movimiento del volante.


Con este sistema, gana en eficacia, mantenimiento y ahorra unos cuantos kilos de peso y si además el conductor pierde el control y derrapa, el propio sistema se reajusta para evitar daños mayores y nos puede salvar la "papeleta".


Da un poco de respeto saber que las ruedas no tienen ninguna conexión mecánica con el volante, pero existe un sistema auxiliar convencional desacoplado, que se acopla solo en el caso de que nos falle la electrónica. Bien pensado; no vaya a ser que de repente nos quedemos sin dirección a 150 Km/h y adelantando en una carretera con curvas.


Al equipamiento le podemos añadir, según versiones, el sistema Safety Shield que nos permite controlar en todo momento la posición de los coches que circulan a nuestro alrededor y nos hará señales luminosas o acústicas cuando prevea problemas. 

Por supuesto; también cuenta con un sistema de alerta de cambio de carril involuntario que no sólo nos avisará del cambio de carril, sino que activará la dirección autónoma y nos corregirá, para mantenernos dentro de los límites de seguridad fijados por las líneas de la carretera.


La tecnología empleada en el Q50 no tiene parangón, y el sistema de prevención de colisiones frontales no solo reacciona a la velocidad y distancia del coche que nos precede, sino que también lo hace del siguiente coche que va por delante. Vamos; que además es capaz de leer el futuro.


Hablemos de los motores que nos podemos encontrar en la gama. Actualmente tenemos dos opciones diferenciadas. 

El acceso de gama es un motor diésel 2.2 de 170cv (de origen Mercedes Benz) y 400Nm de par máximo, que mueve sobradamente el coche y no le priva de dinamismo, además de lograr, en su versión manual, situarse en 4,4 l/100 Km, un consumo más que interesante.



Alcanza el 0-100 en 8,5 segundos y una velocidad máxima de 230 Km/h. Puede ir asociado a una transmisión manual de 6 relaciones o una automática de 7 y siempre tendrá configuración de tracción trasera.


La siguiente motorización es híbrida gasolina/eléctrica y se torna como una de los mejores y más eficientes mecánicas "premium" deportivas.

Con un motor de combustión 3.5 V6 con 302cv y otro eléctrico de 67cv que se alimenta de la energía almacenada en una batería de iones de litio bajo el piso del maletero y se recarga por medio de las frenadas y deceleraciones regenerativas, es capaz de alcanzar los 250 Km/h de punta y hacer el 0-100 Km/h en unos respetables 5,1 segundos, con un consumo en ciclo mixto de tan solo 6,5 litros/100 Km. En esta ocasión tan solo cuenta con caja de cambios automática de 7 relaciones, pero podemos elegir entre propulsión trasera o tracción total.



Sobre precios decir que el diésel manual tiene un precio de entrada por debajo de rivales directos y menos equipados, con una factura final de 34.900 € y la motorización híbrida se nos va hasta los 53.900 €. Si tenemos en cuenta los acabados y el equipamiento de serie, además de una estética rompedora y más original; estamos ante una de las opciones más interesantes del sector.


Para acabar; es un coche que estéticamente nos rompe los esquemas y nos da un golpe de aire fresco con respecto a modelos más anodinos y que parecen no evolucionar demasiado con el paso del tiempo y de las generaciones.


Personalmente me parece uno de esos coches diferentes de un segmento con el que Infiniti va a lograr hacerse un hueco en el mercado europeo, hasta ahora ocupado, principalmente, por las marcas alemanas. Pero como se suele decir; el tiempo pone a cada uno en sus sitio y se verá si este modelo se establece como se merece. De momento; no pinta mal la cosa.

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