Maserati Ghibli. Bien parecido
Hace unos años Maserati fabricó una primera generación del Ghibli. Era el año 1966 y en el salón del Automóvil de Turín, la marca italiana sorprendía con un vehículo deportivo apto tanto para rodar sobre las calles de las ciudades, como también en circuitos, de la mano del diseñador italiano Giorgetto Giugiaro.
Con un V8 4.7 bajo el capo y 335 caballos, además de tener un diseño muy afilado y aparente, llegaba para dar guerra a los Ferrari y "Lambo" contemporáneos. Añadía una caja de cambios de 5 velocidades, frenos de disco en las 4 ruedas, suspensión delantera independiente y eje rígido trasero y su velocidad punta alcanzaba los 248 km/h.
Este deportivo biplaza se convirtió en el vehículo con mas éxito de Maserati desde que dejó la competición en los años 50. Desbancó en ventas a los flamantes Ferrari Daytona y Lamborghini Miura. Dejó de fabricarse en 1973, llegándose a construir 1.295 unidades entre las dos versiones que existían: Spyder y Coupé.
Ya en 1992 resurgió de sus cenizas un nuevo Ghibli; un coupé de 2 puertas pero con capacidad para 4 personas y un maletero decente. Con los nuevos motores Biturbo, ofrecían al mercado un 2.0 V6 con 310cv y una velocidad punta de 255 Km/h y un V6 2.8 atmosférico, con 288cv y 250 Km/h de velocidad máxima. En 1994 renovaron su interior, incorporaron unas nuevas llantas de aluminio, añadieron el sistema ABS y la electrónica fue modificada.
Se fabricaron modelos especiales para los distintos eventos automovilísticos en los que participaba:
Ghibli KS, Ghibli Open Cup, fabricado para competición y el Ghibli Primatist, todos ellos modificados, en motores, carrocerías y electrónica. El Open Cup sigue trayendo de cabeza a los coleccionistas ya que muchos quieren tener uno en sus garajes, junto a las otras joyas de 4 ruedas, ya que son realmente escasos. Este modelo dejó de fabricarse en 1996 tras un gran éxito de ventas.
Tras 15 años de "parón" y en donde la marca se había centrado en su gran berlina Quattroporte y en su coupé Gran Turismo; el Ghibli vuelve ha resucitar en forma de berlina de cuatro puertas. La marca italiana con el símbolo del tridente que porta Neptuno en la fuente de la Plaza Mayor de Bolonia; sigue representando la fuerza y el vigor en un nombre con mucha historia y carreras ganadas por sus antecesores.
Cuatro van ha ser los modelos que compongan la gama de esta nueva berlina, dependiendo de sus acabados, motores y tracción: el Ghibli, que será el más "modosito", el Ghibli S, con unos acabados mas deportivos, el Ghibli S Q4, lo mismo pero con tracción a las cuatro ruedas y el Ghibli diésel, por primera vez en los 100 años de historia de la marca.
Está claro que las formas de la carrocería y sus líneas le aportan una apariencia muy musculosa a la par que bella y proceden claramente del Maserati Quattroporte (de hecho; parece un Quattroporte en pequeñito).
Mide 4.9 metros y pesa 1.770 kilos, lo que es bastante, pero la dotación tecnológica del conjunto y la carrocería en forma de berlina, mandan. En la parte delantera, el tridente cobra un protagonismo especial. El capó destaca por tener una curvatura más pronunciada a partir de los pasos de rueda y los faros con tecnología LED y con forma de ceño fruncido, nos indican claramente que no estamos hablando de una berlina de representación cualquiera.
En los laterales unas líneas muy limpias en la que destacan las correspondientes a los cuartos traseros y que se prolongan hasta el maletero, definen todo el vehículo, junto a unas inmensas llantas de aluminio en tamaño de 19"a 21", con neumáticos de 235 mm delante y 275 mm detrás y unas pequeñas salidas que disipan el aire caliente que desprende el motor tras los pasos de rueda. Quizá sus retrovisores desentonen en este conjunto de estilismo, ya que son demasiado grandes, bajo mi punto de vista. La luneta trasera parece que se funde sobre la tapa del maletero dando la sensación de ser de una sola pieza. Dos salidas de escape dobles, ponen la guinda a esta carrocería con una línea coupé muy definida.
Las mecánicas de gasolina han sido fabricadas conjuntamente por Ferrari y Maserati. Un 3.0 V6 twin-turbo y 330cv para nuestra versión mas "modosita" y el mismo bloque modificado que desarrolla 410cv para el Ghibli S. La aceleración de 0 a 100 Km/h es de 5,6 segundos para el de 330cv, que alcanza una velocidad punta de 263 Km/h y 5 segundos tarda en ponerse a "tono" el de 410cv del acabado S, alcanzando una máxima de 285 Km/h. El Q4 gracias a su tracción integral lo hace más rápido, tan solo tarda 4,8 segundos, pero se queda en 284 Km/h, muy levemente por debajo del tracción trasera.
Los consumos según Maserati rondan desde 7,2 a los 15 litros a los 100 Km. No está pero que nada mal, para ser una berlina tan pesada y prestacional.
Por fin la marca del tridente de Neptuno cuenta en sus filas un motor diésel, que ya ha empezado a dar sus frutos, incrementando el número de ventas del modelo en cuestión. El 60% de los Ghibli vendidos son y serán diésel. Se trata de un V6 3.0 turbodiesel con 275cv y sus prestaciones se asemejan a la versión gasolina de 330cv, pero con consumos limitados a 6 litros. Los 100 Km/h les alcanza desde parado en 6,3 segundos. El típico (y poco agraciado) sonido a diésel, lo han hecho desaparecer con un sistema instalado en el escape, que elimina las vibraciones y emana notas mucho más racing.
La caja de cambios es de 8 velocidades automática para todos los acabados y tiene un diferencial trasero con deslizamiento limitado, que nos ayuda a "encarar" al coche en las situaciones más comprometidas.
Las suspensión en el eje delantero es de doble horquilla mientras que el trasero, monta una multilink independiente, con un tarado tirando a duro, pero con cierto compromiso entre confort y deportividad. Opcionalmente, la suspensión activa Skyhook también esta disponible y mejora enteros la conducción en cualquier tipo de circunstancia y vía, adaptándose a la perfección.
En lo que se refiere a los frenos, también va bastante "sobrado". El Ghibli monta unos discos ventilados perforados de 360 mm en el eje delantero, con pinzas Brembo de seis pistones de color rojo, de 350 mm en el trasero con pinzas de 4 pistones.
Maserati no descuida la calidad y exclusividad en el Ghibli a pesar de ser la "puerta de entrada" al resto de la gama. Su interior rebosa calidad, amplitud y esa "chispa" de lujo tan característica de la marca italiana. Esta vez se a pensado un poquito en un cliente tipo más joven y se respira algo más de deportividad desde que nos sentamos al volante. Bastante más que en el Quattroporte (su hermano mayor).
Al montar en el espectacular asiento tapizado en cuero de la mejor calidad, observas que tienes todo a mano y bajo control. Hasta los pedales son regulables en altura. El volante multifunción es de tres radios revestido con cuero para hacerte la vida más fácil. Tras él, levas para cambiar de marcha, un cuadro de instrumentos con retroiluminación blanca y una pantalla de 7" entre el velocímetro y el cuenta revoluciones con información indispensable sobre los parámetros del coche y el ordenador de a bordo.
Bueno realmente todo el interior nos dejara con la boca abierta, El cuero con sus costuras artesanales cubren puertas, asientos y el salpicadero. Estas piezas de cuero las podemos elegir en varios colores para crear un interior personalizado y único.
El centro del salpicadero predominado por su gran pantalla de 8.4", nos muestra los diferentes apartados multimedia, y la información dinámica del vehículo, pudiéndola manejar con los botones dispuestos sobre el túnel central, al lado de la palanca de cambios. Sobre esta pantalla encontramos el "retro reloj" Maserati, con luz azul y detalles en aluminio. Un toque clásico entre una envoltura bastante moderna.
El equipamiento de serie u opcional, también es muy extenso y cuenta con todos los elementos propios de las berlinas de representación actuales; navegador, Bluethooth, arranque por botón, equipo multimedia, ordenador de a bordo, faros de xenón, tapicería de cuero, sensores de luces, lluvia y asistentes al aparcamiento, asistente de arranque en pendientes, control de velocidad de crucero adaptativa...
Los precios de este Maserati, como era de esperar, no son un chollo pero es normal. Estamos hablando de una berlina de lujo, con sangre deportiva, con grandes acabados y motores muy potentes.
En España, Maserati ya tiene 25 rodando por nuestra geografía y más de 60 pedidos pendientes. Las ventas de esta empresa trasalpina del tridente, han aumentado en más de un 350% desde el año 2012 en todo el mundo y la mayor parte de culpa la tiene el Ghibli.
Parece que Maserati ha salido de su pequeño bache, ya que quiero recordaros que ha estado a punto de echar el cierre en varias ocasiones. Manda "huevos" que una marca con este "pedigree" deportivo haya tenido que claudicar hacia la tecnología diésel para aumentar los beneficios de esa manera tan exponencial. En fin, aun así; un Maserati seguirá siendo un Maserati. ¿O no?.
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