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Mazda 6. No te dejes engañar

Ayer por la tarde recibí una llamada del concesionario de Mazda en Burgos, mi ciudad natal; en la que el dueño de la concesión me invitaba a probar el nuevo Mazda 6.


Los miembros de este blog todavía no tenemos la "categoría" para que las marcas nos cedan sus vehículos de prensa. Pero lo que sí podemos es participar en las promociones que circulan por la red y gracias a la mediación de Mazda España, se me ha brindado la oportunidad de conocer de primera mano los secretos del nuevo buque insignia de la marca de Hiroshima.


Al llegar me he encontrado con dos unidades de prueba en la entrada y me han llamado poderosamente la atención. Las fotos de prensa no hacen justicia a un coche que en directo es realmente precioso y tiene una gran prestancia, con ligeros matices deportivos intrínsecos de la marca.


Una vez dentro, nos ha recibido muy amablemente José Antonio Ortiz, director y gerente de la concesión, con la finalidad de explicarnos todas las características del modelo en cuestión. En estos tiempos de crisis es normal que todas las marcas se esfuercen en vender coches, pero hacía mucho tiempo que no me encontraba a alguien con tanta pasión y, sobre todo, conocimientos del coche que está presentando y del mercado automotriz en general.


Dentro de la concesión había tres unidades del Mazda 6, pero nos hemos centrado en una carrocería sedan (también existe una versión wagon) de color rojo con el acabado Luxury, que incluía todo lo inimaginable en cuestión de equipamiento. Pero como siempre, primero nos centraremos en el diseño.


Es el segundo componente de la familia, que incorpora el lenguaje de diseño Kodo (Alma en movimiento) y la tecnología Skyactive, el primero fue el Mazda CX-5 del que ya hablamos en su momento. Conoceréis a los componentes de la familia Kodo, por el ribete cromado que recorre la parte inferior de la parrilla delantera y que une los dos faros.


Su línea es muy esbelta a pesar de su envergadura. Tiene influencias de varias marcas; la parte delantera se parece a la de un Infiniti M y los cuartos traseros tienen alguna similitud con un Jaguar XF pero, en realidad, tiene personalidad propia. Los pasos de rueda delanteros están muy marcados, lo que le confiere un carácter ciertamente deportivo y muy sólido. El lateral se distingue por mantener una línea ascendente que se fusiona a la perfección con la zaga y culmina en la tapa del maletero. El techo tiene una forma descendiente que favorece su aspecto de coche dinámico, aunque eso es un problema para que el acceso a las plazas posteriores sea lo suficientemente cómodo para personas de cierta altura. Pero el diseño manda y gracias a ello, el Mazda 6 se posiciona como una de las berlinas con el Cx más bajo dentro de su categoría; 0,26.


La carrocería sedan mide 4, 86 metros de largo, casi 20cm más que el anterior Mazda 6 y es por eso que en esta ocasión parece mucho más grande. Y es que no lo parece; realmente lo es.

Curiosamente la versión Wagon es más corta,
 ya que mide 4,79 metros y tiene una distancia entre ejes de 2,75 metros (2,86 metros en la variante sedan). La explicación es que la marca ha determinado que en la versión sedan viajarán más adultos en la parte trasera y han mimado más el espacio para esas plazas y en el wagon han creído oportuno aumentar la capacidad del maletero hasta los 522 litros en detrimento de las mismas.


En esta ocasión no han valorado la posibilidad de fabricar una carrocería con 5 puertas y teniendo en cuenta que tiene una boca de acceso bastante angosta y una capacidad del maletero de 489 litros, pero muy profunda, deberían haber fabricado una versión con un mejor acceso y un portón, ya que no considero que hubiese variado el bello diseño en exceso.


El interior de un coche es una razón que tengo muy en cuenta a la hora de adquirir un vehículo, y como no podía ser de otra forma, el habitáculo del Mazda 6 me cautivó. No obstante, repito que nos estaba enseñando la unidad disponible más equipada con el acabado Luxury.


La posición del conductor era más que correcta, los asientos tapizados en cuero de color blanco perforado y regulación eléctrica con cuatro posiciones, te permiten acomodarte de una manera rápida y sencilla y la posición vertical de la consola central es adecuada para alcanzar los mandos con suma facilidad. Lo único que no me gustó, a simple vista, fue el reloj digital, ya que tenía ciertas similitudes al Casio de muñeca de toda la vida. A estas alturas considero que para montar un reloj así, casi mejor que no lo montes, porque queda muy "cutre". Por lo demás, tenía unos ajustes bastante aparentes y un tacto de material de primeras calidades, a excepción de la moldura de plástico con efecto madera que recorría el salpicadero de lado a lado.


El volante aglutina varios mandos de control para que no tengas que soltar las manos casi nunca y en el cambio automático incluye unas prácticas levas para subir y bajar de marcha detrás de él. Como no podía ser de otra manera, la unidad en la que nos montamos, tenía todo el equipamiento disponible de serie y opcional y entre otras cosas puedes montar gadgets tales como el climatizador bi-zona, sensores de aparcamiento delanteros y traseros navegador con pantalla táctil a color y 5,8" que se maneja con el mando HMI situado entre los dos asientos, equipo de sonido Bose con 11 altavoces y un amplificador de potencia, asistente de aviso por cambio involuntario de carril, Bluetooth manos libres con activación por voz, limitador-regulador de velocidad, control de crucero adaptativo, arranque manos libres por medio de un botón, asientos delanteros calefactables, cámara de visión trasera, faros bi-xenon adaptativos, asistente de frenada de emergencia, llantas de 17 o 19"... Como veis, todo un full equipe aún en su variante más básica Style. 


Las soluciones técnicas se amparan bajo el paraguas de Skyactive. La carrocería ahora está fabricada en aceros ultra-resistentes. La chapa tiene menos grosor, por lo que es más ligera y además es mucho más resistente a la torsión. José Antonio nos enseñó una muestra de los dos tipos de chapas; una convencional y la que utilizan para la fabricación del 6 y, efectivamente, es una auténtica curiosidad ver como el convencional se dobla con cierta facilidad y el acero tratado y de menor grosor apenas se dobla ejerciendo una fuerza similar.


Gracias a la utilización de estos aceros en carrocería, partes del chasis y otros elementos; el Mazda 6 más básico parte de tan solo un peso de 1.375 Kg sobre la báscula, a pesar de su tamaño, lo que favorece de manera sorprendente al consumo. Pero en este caso también interviene el grupo de motores que emplean la misma tecnología para optimizar los recursos.


Existen dos mecánicas de gasolina y un mismo bloque diésel con dos gamas de potencia. En gasolina partimos de un 2.0 atmosférico con 145cv y después tendríamos un 2.5 de 192cv. Los bloques de ciclo diésel son un 2.2 D con 150cv y el mismo motor pero potenciado ahora hasta los 175cv. El 2.0 de gasolina monta de serie una transmisión manual de 6 relaciones al igual que el 2.2 D de 150cv y las dos mecánicas más enérgicas montan una transmisión automática también de 6 velocidades, siendo opcional para la mecánica diésel menos potente.


En los motores de gasolina no se emplea ningún tipo de turbo-compresor, pero su relación de compresión de los cilindros de de 14:1; una auténtica barbaridad para un motor con ese combustible. La misma relación tienen las motorizaciones diésel aunque, para este caso, esa relación es relativamente baja. La marca ha decidido que esa relación de compresión de los cilindros es la idónea y la más equilibrada en ambas mecánicas. Y tendrán razón, porque son los únicos que han mantenido un motor de ciclo Wankel en el mercado automovilístico hasta nuestros días, con todos los problemas que generan; así que "algo" de idea sobre motores sí que tendrán.


La conclusión final se traduce en unos consumos realmente parcos, con un gasto medio de 3,9 litros a los 100 Km para la mecánica diésel de 150cv y un consumo de 6,3 litros/100 Km para el más "gastón" que sería el 2.5 de 192cv; un auténtico récord en su categoría. La velocidad máxima que son capaces de alcanzar, supera en todos los casos los 200 Km/h, pero este no parece que sea un coche para quemar asfalto, sino un rutero envidiable.


Por desgracia; cuando nos disponíamos a realizar una prueba dinámica del coche, se puso a nevar de manera copiosa y para no disfrutar de la conducción como tal, decidimos probar el vehículo en otra ocasión con un clima más seco y apacible. Cuando llegue el momento, os comentaré mis sensaciones al volante y como se desenvuelve el coche en condiciones reales.


Mientras tanto, solo tengo que deciros que es un coche con una gran presencia, imponente, muy tecnológico y con un diseño muy atractivo. Sus precios son un poco más altos que los de sus competidores más directos, pero es justo decir que sus competidores más directos no incluyen de serie mucho del equipamiento que sí que monta el buque insignia de Mazda desde su versión Style y ni por el "forro"; tienen unos consumos tan bajos de combustible. Las facturas parten desde los 27.200 euros del 2.0 gasolina con el acabado Style, hasta los 39.180 euros que te pedirán por el 2.2 D de 175cv automático y acabado Luxury.


Creo que será un gran coche que dará más de algún quebradero de cabeza a algunas berlinas de carácter "premium". Ya comprobaremos a ver que tal se comporta.

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