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Porsche Panamera GTS. Entre dos mundos


Los amantes de los deportivos de la casa alemana, siempre hemos considerado al 911 como un icono de la automoción y a Porsche, como una marca de rancio abolengo que no queríamos que cambiase su concepto y visión del automóvil. Por desgracia; los tiempos cambian a pasos agigantados y con tan solo tres modelos a la venta y los tres biplazas deportivos, no puedes sobrevivir con una competencia tan feroz y tantos nichos de mercado por ocupar.


Viendo las cifras de ventas y teniendo en cuenta que todo un emblema como Porsche podría llegar a desaparecer o ser vendida a cualquier marca, a alguien se le ocurrió la idea de crear el Cayenne; un todoterreno muy capaz pero sobre todo, muy deportivo, digno de llevar el logotipo en el frontal.
Todos los "puristas" nos llevamos las manos a la cabeza. !!!Nooooo!!!, !!!Porsche ha sucumbido a la moda!!!


Pero contra todo pronostico, el Cayenne tuvo unas cifras de ventas impresionantes desde su nacimiento. De hecho, se podría decir que gracias al mastodóntico todoterreno, la marca saneó todas sus cuentas y se permitió el lujo de comprar algún paquete de acciones de su "primo" Volkswagen.


La verdad es que el Cayenne no pierde la esencia del 911 y posee cierto parecido estético. ¿Por qué no pueden disfrutar de un Porsche deportivo los padres con toda la familia?, ese fue el concepto y el pensamiento que hizo del Cayenne todo un éxito.


Viendo el panorama halagüeño, a los chicos de Stuttgart se les giró otra vez la cabeza y pensaron en una alternativa diésel y en otra híbrida. ¿No os estáis pasando ya?, que os ha salido bien una vez, no tentéis a la suerte.


Ni caso. Efectivamente comercializaron una versión diésel y otra híbrida. La diésel no tiene mucho éxito, porque al fin y al cabo es un Volkswagen Tuareg con otra carrocería y el híbrido está orientado a los compradores de E.E.U.U., pero aun así, el todo-terreno de Porsche sigue gozando de buenas cifras de ventas.


Una vez consolidado en el mercado, a los directivos de la marca les entró la borrachera del éxito y pensaron en una berlina... ¿Qué?, no puede ser, ahora sí que la van ha cagar. Pero no. Apareció en escena el Porsche Panamera, que a fin de cuentas, seguía teniendo la imagen característica del Porsche 911, pero más largo, con motor delantero, maletero y con 5 puertas para dar cabida en su amplio habitáculo a cuatro pasajeros.


También tuvo una gran acogida por parte del público en general y está siendo un habitual entre las comparativas de las berlinas más deportivas de otras marcas.


Hay varias versiones a elegir. El acceso de gama es el V6, después está la versión híbrida, el diésel, el S, el 4S, el Turbo, el Turbo S y el último en llegar y del que por fin, os voy a comentar algo sobre él ya que es el motivo de esta entrada; el Panamera GTS.



Se trata de la versión más deportiva, lo cual no quiere decir que sea la más enérgica o la más rápida, ese "cliché" queda reservado para la versión Turbo S.


En un principio está basado en el 4S, pero toma algunos elementos estéticos y tecnológicos del Turbo, como los faros bi.xenon con molduras interiores de color negro, los faldones delanteros, las enormes entradas de aire, el alerón biplano móvil trasero, las luces de Led diurnas, las llantas de 19" y los frenos con pinzas pintadas de color rojo; también se puede adquirir con los carbocerámicos opcionales.
Se podría decir que está entre los dos mundos de la gama; es el tope de gama entre los atmosféricos y está justo por debajo de las dos versiones Turbo.


También se le puede distinguir de sus hermanos de gama por las molduras en color negro que decoran algunas partes del coche, en los faldones laterales, en el difusor trasero y las cuatro salidas de escape, obviando los distintivos GTS en los laterales y la tapa del maletero.


En Porsche aseguran que es el Panamera ideal para los que buscan un plus de deportividad sin la necesidad de pasar "miedo" al pisar el acelerador, ya que los motores turbo son más brutales a la hora de entregar la potencia y a muchos les intimidan sus reacciones.


El motor elegido para impulsar al GTS es el 4.8 V8 del 4S pero con 30cv más de potencia, con lo que ahora tiene 430cv. También se le ha modificado la centralita electrónica para que realice el corte de inyección a las 7.100 rpm y no a las 6.700 rpm, como venía siendo habitual.


Parece una diferencia mínima, pero a la hora de estirar el motor, esas 400 rpm se notan y mucho, porque también se aumenta el par hasta los 520 Nm, o sea 20 Nm más.


También hereda del 4S su tracción integral y una caja de cambios automática PDK de 7 relaciones con levas detrás del volante. Con todo ello alcanza una velocidad punta de 288 Km/h y acelera de 0-100 Km/h en tan solo 4,5 segundos; lo cual es una gran proeza, si tenemos en cuenta que el coche en si pesa 1.920 Kg.


Vale, pues entonces el consumo será descomunal. Nada más lejos de la realidad ya que algunos medios aseguran que es muy sencillo consolidar un consumo de unos 10 l/100 Km. El sonido respecto al 4S se vuelve más deportivo y si somos unos "frikis", podemos escucharlo dentro del habitáculo gracias a un sistema denominado Sound Symposer con solo activar un botón.


El interior, a pesar de lo que pueda parecer por su baja altura, es muy amplio y cuenta con cuatro comodísimas plazas individuales. La calidad de los materiales está fuera de toda duda y el ajuste de los mismos es excepcional; típicamente alemán, típicamente Porsche.


El equipamiento de serie es apabullante y las opciones lo son aun más. El GTS puede llevar el control de velocidad adaptativo, el sistema antibalanceo PDCC junto con el PTV Plus, que mitiga el balanceo de la carrocería y mejora la tracción al abordar un giro de forma "alegre"; tapicería de cuero o Alcántara, navegador, suspensión deportiva PASM, 10 mm más rebajada, el Sport Chrono Plus, las llantas de 19" los frenos carbocerámicos, y un sin fin de "gadgets" que sería imposible enumerar en una sola entrada.


De hecho; es tal la cantidad de botones ubicados en la consola central, que accionar tan solo uno en marcha te puede suponer un serio disgusto.


Dinámicamente, es un coche muy ágil para su tamaño, peso y envergadura. La suspensión y el funcionamiento del motor y de la dirección, se regulan en tres modos de funcionamiento; Normal, Sport y Sport Plus.

En modo normal, es un coche muy cómodo, incluso en algunas ocasiones, bastante rebotón, según sea de sinuosa la carretera. Los cambios se producen de forma suave e imperceptible y la dirección es el talón de Aquiles del Panamera en todas sus versiones; no transmite con veracidad lo que ocurre debajo de las ruedas y se nota muy artificial.


En la posición intermedia Sport, el motor se vuelve algo más agresivo y la caja de cambios ofrece un funcionamiento fulgurante al igual que la suspensión ofrece un compromiso entre comodidad y firmeza bastante aquilatado.


Por último; en la posición Sport Plus, se endurecen todos los mandos, el motor y la caja de cambios se empeñan en pegarte la espalda al respaldo del asiento y prácticamente solo sirve para cuando queramos correr de verdad.


El coche como he dicho antes, se vuelve muy ágil en los cambios de dirección y la motricidad en cualquier circunstancia es impresionante, gracias a su tracción total, y los frenos no acusan el desgaste a pesar de tener que detener una mole de casi 2.000 Kg. Parece más un deportivo compacto, que una berlina de más de 5 metros de largo.


El precio se sitúa en unos 131.800 euros sin opciones, lo que supone más de 13.000 euros respecto al 4S. ¿Merece la pena pagar esa cantidad de más por el GTS?. En un principio sí; pero dentro de ese segmento en el que lucha, existen alternativas, más cómodas, más potentes y más baratas, que el GTS, por lo que habrá que esperar a ver como lo recepciona el mercado... Aunque debemos tener siempre en cuenta que un Porsche, siempre será un Porsche.


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