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Prueba: Mini Cooper

Después de la presentación de la que disfrutamos hace casi un mes en nuestra ciudad; tenía unas ganas enormes de enfrentarme "cara a cara" con el nuevo Mini. Hombre; también (y todo hay que decirlo) tenía ganas de probar un auténtico coche y dejar aparcados un poco a los SUV de todo tipo que, aunque satisfactorios, son para viajar plácidamente y no se conducen como un turismo.


El Mini, de todas formas, está hecho de otra pasta. ¿Es un coche?, sí. ¿Es un utilitario?, también; pero no es un utilitario cualquiera. El Mini es un coche con mucha historia a sus espaldas y mucho "pedigrí".


En sus más de 50 años de historia lo han conducido estrellas del rock, la realeza británica, diseñadores de moda, toreros, actores, actrices, cantantes y personajes varios (lo he conducido hasta yo). Es un icono de la automoción moderna creado por un tal Alec Issigonnis y que apenas ha evolucionado con el paso de los lustros y eso solo lo podemos decir de un puñado de modelos, todos iconos del Siglo XX: Porsche 911Ford Mustang... ; señal de que se hicieron bien las cosas desde el principio, ¿no?.


La historia del Mini es extensa y está colmada de anécdotas. Pero vamos con el modelo que nos ocupa, que no es otro que el Mini Cooper de la última generación y que acaba de posar sus ruedas en todos los concesionarios de nuestro país.

"A priori" no se diferencia mucho del Mini que acaba de dejarnos, pero es que realmente si cambiase mucho; perdería totalmente toda la esencia que lleva atesorando durante todos estos años. Para los menos entendidos del mundo del motor, pasarán totalmente inadvertidos los sutiles cambios realizados tanto en el exterior como en el interior pero para los más "avispados", esos cambios saltan a la vista.


Para empezar ha aumentado de tamaño de una forma exponencial, aunque realmente no lo parezca. Solo deciros que cuando estuvimos en la presentación hace un mes, el "morro" de la anterior generación me llegaba a la altura de la cadera y el de la nueva justo a la cintura; así que aunque solo sea de manera subjetiva es una diferencia que se nota.


Ha ganado 10cm de longitud, 4,4cm de anchura y 1cm de altura y la distancia entre ejes también se ha visto incrementada hasta los 2,49 metros, lo que redunda en una mayor habitabilidad y un maletero más capaz. Ha ganado nada más y nada menos que 51 litros, por lo que ahora alcanza los 211 litros. Sí, lo sé; aun es muy poco, pero es que estamos hablando de un coche de capricho, un utilitario muy "chic" y un vehículo con el que disfrutaréis en las carreteras más retorcidas, así que si queréis polivalencia, compraros un monovolumen.


Los faros, tanto delanteros como traseros, también han incrementado su tamaño y ahora tienen un aspecto más "rechoncho" y simpático. Las luces delanteras incorporan un semi-aro LED que actúa como luz diurna y las traseras son bastante más grandes y visibles. Por lo demás; apenas se diferencia de la anterior generación, por lo menos en lo que al exterior se refiere. Mantiene unos voladizos mínimos, un diseño bastante cúbico y una luna delantera, lo suficientemente vertical, como para darnos la impresión de que estamos montados en un coche a escala.


En el interior es donde los diseñadores se han empleado más a fondo 
y han escuchado las voces de los que ya tenían un Mini en propiedad, para hacerlo más "natural" y a gusto de todos.


Para empezar; los mandos del elevalunas, pasan a los guarnecidos de las puertas y no en el centro, como los montaba antes. El cuadro de relojes está ahora en el centro del aro del volante y tiene un gran diseño, ya que tiene un tamaño bastante compacto, pero en el que toda la información necesaria está ahí y además; es muy legible y visible.


No obstante; si así lo deseamos (y lo pagamos) puede contar con el sistema HUD (Head Up Display), que proyecta la información más imprescindible sobre una pantalla transparente para no desviar la vista de la carretera en ningún momento.


El enooooorrrrme círculo que abarca la parte superior del salpicadero y que en la anterior generación era el velocímetro, lo han mantenido para albergar ahora, tanto el equipo de audio como el navegador, según las opciones o la versión que escojamos. Desde ahí también podemos manejar las diferentes opciones que nos ofrece el ordenador de a bordo, tanto de los tres modos de conducción hasta la tonalidad y el brillo que queremos para la iluminación ambiente del interior.


Y es que es tan "cuqui", que podemos elegir el color de las luces que nos iluminan el piso del coche, las manetas de las puertas y el borde del aro en donde contábamos, en nuestra unidad de pruebas, tan solo con la radio y el menú del ordenador. Si vamos en modo Green, el aro se torna de color verde y cambia de intensidad si realizamos una conducción acorde, o no, con los parámetros que considere la centralita. En modo Sport es de color rojo intenso y además, hace las veces de cuentarrevoluciones lumínico y en modo de conducción Normal, circulamos con un anaranjado, con un violeta, azul, blanco... Puede parecer una cosa muy de chicas, pero en realidad es muy efectista y es una nota curiosa para un coche que siempre se ha caracterizado por su capacidad de personalización.

El resto del cuadro lo ocupa el sistema de climatización bi-zona y los interruptores cromados con aire "retro", que desconectan el ESP y el Start/Stop, además del interruptor central de color rojo, que sirve para arrancar y parar el motor. Debajo contamos con las entradas de audio para USB o I-Pod.

El volante multifunción tiene el tamaño correcto y un tacto realmente agradable. Los materiales utilizados son de primer orden (como no podía ser menos en un vehículo del Grupo BMW) y no falta el cuero y los plásticos duros y blandos, todos con un tacto agradable. Los ajustes en esta ocasión también son sublimes y será muy complicado que nos surjan los típicos "grillos" con el uso, que era un problema en las anteriores generaciones debido a que, normalmente, contaba con suspensiones bastante rígidas que hacían que algunas de las piezas se descolocasen con el tiempo (sobre todo en las versiones más radicales).


La postura de conducción es bastante fácil de hallar
 y los asientos son muy cómodos y sujetan correctamente tanto la zona lumbar como las caderas. La habitabilidad en general ha ganado algunos puntos y cuatro adultos podrán viajar sin ningún tipo de problema, ni por altura ni por espacio para las piernas.


Por todas las esquinas nos encontramos también pequeñas soluciones de buen gusto, como unos asientos traseros, que en realidad son butacas independientes, posa-vasos en los laterales de esas plazas, colgadores para los trajes o vestidos e incluso un parasol lateral adicional en el puesto de conducción , por si nos molesta el sol de media tarde o al amanecer.


Realmente el interior me sorprendió por la rapidez con la que me encontré a gusto y con excepción de alguno de los mandos, que no estaba acostumbrado a usar de manera habitual; era un interior en el que me sentía realmente en mi "salsa" y en el que la visibilidad de todos los ángulos era la tónica dominante, ya que, a pesar de su contenido tamaño, la superficie acristalada es mucha.


En los SUV pequeños que habíamos probado últimamente íbamos más altos y se veía más, pero es que desde dentro del Mini; se ve mejor.


En cuanto al equipamiento; podemos montar casi cualquier elemento que se nos ocurra ya que o bien de serie, o bien entre la lista de opcionales; puede resultar realmente extenso: navegador, ordenador de a bordo, sensores de aparcamiento delanteros y traseros con cámara auxiliar y asistente al aparcamiento, Bluethooth manos libres, climatizador Bi-zona, tapicería de piel, asientos calefactados, Head Up Display, diferentes equipos de sonido y sistemas multimedia. Start/Stop, sensores de lluvia y luces, parabrisas delantero térmico, sistema de protección a peatones, frenada autónoma hasta los 60 Km/h, limitador-regulador de velocidad, además de poder elegir llantas de entre 15 y 18", según versiones, varias tonalidades y acabados para el salpicadero y molduras, varias tapicerías y 11 colores de carrocería, que podemos combinarlos con el blanco o el negro para el techo y los retrovisores, hasta un sinfín de vinilos decorativos y accesorios originales con los que podremos "diseñar" nuestro Mini y que merecen un catalogo aparte.


Ahora que ya os he explicado la inmensidad de las posibilidades entre las que podéis elegir y las notas de diseño que caracterizan al nuevo Minies hora de que nos pongamos en marcha y vayamos a ver como se comporta este "chiquitín" en nuestras carreteras preferidas. Porque al fin y al cabo; esto es una prueba ¿no?.


El motor era un 1.5 tricilíndrico Twin Turbo con 136cv y 220 Nm de par máximo, lo que es una cantidad muy a tener en cuenta para un coche de gasolina.


Empezamos haciendo un recorrido por ciudad con el modo Green activado para economizar combustible, que la vida está muy mala y a pesar de que estemos conduciendo un utilitario de lo más "cool".


El aro central se nos pone de color verde y en la pantalla del ordenador de a bordo, el display nos "invita" a cambiar de marcha casi sin haber superado las 1.500 rpm y cuando nos queremos dar cuenta estamos en sexta a 50 Km/h. !!!Por dios, que es un coche de gasolina!!!, un poco de "vidilla" ¿no?


Pues no; si realmente queremos que nuestro Mini Cooper mantenga unos consumos frugales en ciudad, deberemos hacer caso al coche, que en el caso de montar el equipo multimedia (nuestra unidad no lo montaba), nos dará puntos por lo bien que lo estamos haciendo, lo poco que estamos consumiendo y lo mínimo que estamos contaminando.


Nos detenemos en un semáforo y se para el motor gracias al sistema Start/Stop que montan todas las versiones de serie. El climatizador se adecúa para que mantengamos nuestra temperatura ideal en el interior pero consumiendo lo menos posible y el silencio reina a nuestro alrededor. Escuchamos los pájaros cantar sobre las ramas de los árboles, no hay nadie en estos momentos que perturbe nuestra paz interior. !Verde!. Engrano la primera y, vibra. El motor acaba de arrancar con una más que evidente vibración del habitáculo. Por una parte es comprensible que un motor con tan solo tres cilindros sea más sonoro que uno de cuatro, pero ciertamente, en esta ocasión se deja notar bastante a la hora de emprender la marcha.


Pero es tan solo eso, porque una vez que estamos circulando y cambiamos con la celeridad que nos indica el ordenador, el motor no se deja percibir desde el interior y el silencio en el habitáculo vuelve a ser total y absoluto.


Empieza a haber tráfico. Tres carriles, un hueco, me meto, frena el que me precede, miro por el retrovisor, intermitente y me cuelo otra vez. !!! Qué "ratonero" que es este coche!!!. El par del motor me ayuda a no entorpecer el tráfico cuando me cambio de carril, ya que el coche reacciona de una manera instantánea aunque vayamos en una marcha más larga de la debida.


!Visto!, vamos a salir de la ciudad que tanto coche se me está empezando a atragantar. Abordamos un tramo de autovía totalmente desierto. Miro por todos los lados (incluido al cielo, que me han chivado que hay un helicóptero por ahí). Nada. Me incorporo por el carril de aceleración. Previamente había cambiado mi modo de conducción del modo Green al modo Normal y ya me dejaba apurar un poco más las marchas. Tercera, cuarta, quinta, sexta..., el recorrido de la palanca de cambios es muy acertado y los desarrollos también. El único "pero" es que me resultaba un poco complicado insertar la marcha atrás a la hora de aparcar, pero eso ahora no me importa. Estoy en un tramo totalmente desierto y totalmente recto.


Giro el selector que está alrededor de la palanca de cambios y activo el modo Sport. El aro del interior se me pone rojo pasión y casi con el coche parado, automáticamente aumentan las revoluciones y percibo que el coche me acaba de dar un tirón invitándome a "pisarle". De 0 a 100 Km/h en tan solo 7,9 segundos y sigue acelerando como si el mañana no existiese. No voy a deciros a que velocidad solté el pedal, pero os aseguro que estaba bastante por encima de los límites legales.


La velocidad máxima oficial para el Mini Cooper es de 210 Km/h
 y la sensación que me dio; es que creo que han sido un poco "mentirosillos" a la hora de publicar esos parámetros. Es sorprendente como tira ese motor tan comprimido y estoy más que seguro que se han quedado un poco cortos.

Mientras estaba en plena aceleración, también me percaté de otro pequeño "defecto" que probablemente solo tuviese nuestra unidad de pruebas en concreto. Las ventanas laterales no cuentan con marco y a partir de una cierta velocidad, se notaba que el sonido del viento se "colaba" con una cierta nitidez en el "cockpit". Pensé que tenía la ventanilla ligeramente bajada, pero no era así. De todas formas; es una tontería que se arregla ajustando un poco más las gomas.


Me está dejando muy buen sabor de boca este Mini, pero ahora es cuando de verdad vamos a por el plato fuerte, no sin antes; pasar por un tramo de unos dos kilómetros de pendiente para comprobar como recupera y como es capaz de entregar todo ese par disponible. Como siempre, dejamos "caer" la velocidad hasta los 80 Km/h en quinta y aceleramos para ver cuanto tarda en coronar esa pendiente.


Según las cifras oficiales; en línea recta es capaz de pasar de 80 a 120 Km/h en 9,8 segundos, lo que no está pero que nada mal. En pendiente, lógicamente, tarda algo más, pero la verdad es que los 220 Nm se dejan notar y el Mini ascendía ganando velocidad de una manera asombrosa.


Entramos en nuestra carretera predilecta para "castigar" un poco a nuestra montura. Se trata de una carretera comarcal bastante rota, con buena visibilidad, de doble sentido y sin arcenes, que cuenta con curvas de diferentes grados y un pequeño puerto, por la que casi nunca pasa ningún coche. Tan solo el panadero, algún agricultor y nosotros.


Paro el coche totalmente, activo de nuevo el modo Sport con el selector y !!!gas!!!. Como os he dicho antes; el pequeño Mini acelera con mucha fuerza y los cambios se suceden con una rapidez pasmosa. Primera curva, reduzco y el sonido del motor se hace más latente al subir las revoluciones. Me abro un poco y giro buscando el vértice. La dirección es extremadamente directa y las ruedas obedecen las órdenes del volante de manera milimétrica.


Siguiente curva; cerrada a izquierdas y sin visibilidad. Freno de manera contundente, pero sin llegar a bloquear las ruedas. El pedal del freno tiene un tacto también muy bueno y es muy sencillo dosificar la frenada a nuestro antojo. Paso la curva despacio y cuando veo que no hay "moros" en la costa, acelero con fuerza aun con las ruedas giradas. No patina, no desliza, solo es agarre, agarre y más agarre.


Recta; acelero de nuevo y las suspensiones trabajan a la perfección filtrando todas las irregularidades del asfalto. No son ni excepcionalmente "secas", ni excepcionalmente blandas, pero transmiten lo que está pasando debajo de nuestro culo, sin llegar a resultar para nada incómodas desde el interior.


El sonido del motor se escucha más bronco a medida que gano mayor velocidad. Pudiera ser debido a que tan solo cuenta con tres cilindros y que éstos acusen el trabajo "extra" a lo que están acostumbrados; pero no sonaba a eso. El sonido que percibía era más metálico y "bonito", por lo que la conclusión a la que llegamos es que se trataba del sonido del tubo de escape y no de los tres cilindros "sudando" la gota gorda.


Curvas, rectas, asfalto en mal estado, cambios de rasante, cambios de dirección...; no importaba. El Mini respondía a la perfección y en ningún momento nos dio la inseguridad suficiente como para dejar de seguir buscándole las cosquillas. Ni rastro de subviraje, ni sobreviraje, solo diversión y más diversión. Además; por la configuración de los pedales y su cercanía, es un coche perfecto para realizar un punta-tacón, que como los más "quemados" sabréis, se trata de dar un golpe de gas mientras estamos frenando para que no caigan las revoluciones y salir hacia la siguiente curva disparados.


Antes de llegar de nuevo a la ciudad, me paré en el último pueblo y me bajé del coche con una gran sonrisa en mi boca. !Impresionante!. ¿Cómo será el Cooper S con 192cv?.


El Mini Cooper es un "juguete" para mayores. Es un gran utilitario para el día a día que se mueve con soltura por las calles atestadas de tráfico. Su tamaño contenido es perfecto para aparcar en los limitados huecos existentes en nuestras atestadas ciudades. Cuenta con ayudas a la conducción en el ámbito urbano, que nos evitarán algún que otro susto con el resto de los usuarios o simplemente; nos evitará la tediosa tarea de aparcar correctamente cuando nos presionan los demás vehículos.


La habitabilidad ha ganado algunos puntos y tus amig@s más altos ya no tendrán que coger el autobús cuando quedáis para tapear por el centro; les puedes acercar tú, mientras "fardas" con el excelente equipo de sonido y la iluminación ambiente del interior hará del trayecto algo mucho más entretenido. Incluido si los pasajeros de atrás son niños, ya que irán jugando a saber porqué el "aro espacial" del coche cambia de color y se mueve.


La capacidad de personalización también es un aliciente, si lo que queremos es un Mini original y la lista de opciones, de vinilos, de llantas, de colores externos, de colores en el interior, de guarnecidos, de molduras..., es extensísima. Todo en este coche es proclive a "tunearse".


El motor, a pesar de ser tricilíndrico y muy comprimido, tiene un funcionamiento delicioso. Es muy "eléctrico" en reacciones y cuenta con la fuerza suficiente como para mover con brío los 1.160 Kg que pesa el coche en vacío. No es ruidoso en exceso, tan solo en cuanto pasamos de las 4.000 rpm se deja notar un poco, pero ya os he dicho que me parece un sonido "encantador" y no resulta molesto.


La caja de cambios manual de seis relaciones tiene unos recorridos muy acertados y bastante cortos, pero cuesta acostumbrarse al movimiento al insertar la marcha atrás, que por alguna extraña razón, es algo complicado. También lo podemos elegir con una caja de cambios automática de las mismas relaciones.

Los consumos son bastante ajustados para tratarse de un gasolina y el modo Green nos ayudará siempre a ser más "ecológicos" y a pasar menos por la gasolinera. Sus datos homologados por la marca no engañan y en ciclo mixto es capaz de alcanzar los 4,6 l/100 Km.


Dinámicamente hablando es como conducir un auténtico kart de competición. Su corta distancia entre ejes hace del Mini un coche extremadamente ágil, la dirección es muy directa y el coche apunta siempre hacia donde apuntamos con el volante, las suspensiones encuentran el punto exacto entre la comodidad y las sensaciones.


El chasis es más rígido, el centro de gravedad más bajo y ahora el Mini es un poco más ancho.
 ¿Qué significa eso?. Pues que cuando abordamos una carretera rota y con curvas, como hicimos nosotros, la diversión estará asegurada.

¿Viajar?. Bueno; no es que sea el coche más idóneo para esos menesteres, pero si solo vas con tú pareja y no llevas mucho equipaje... Además; si perteneces a algún Club selecto y apareces con el Mini; tiene el suficiente estatus como para que el resto de los socios no te miren por encima del hombro. 


El Cooper de nuestra prueba está disponible a partir de unos 21.100 euros sin opciones. No es que sea una ganga, pero por ese precio no vas a conseguir un utilitario tan "chic" y efectivo en tu vida.



Si queremos "partir la pana" de verdad y multiplicar esas buenas vibraciones exponencialmente; existe una versión potenciada hasta los 192cv denominada Cooper S y más orientada para los usuarios a los que les gusta disfrutar de una conducción pura. Pero si por contra; eres de los "ahorradores" pero que tampoco quieren prescindir del todo de la clase, la historia y de una conducción dinámica; el Cooper D es tú versión a elegir.



Más adelante llegarán versiones menos potentes denominadas One y por supuesto, no faltará a su cita la versión más radical JCW, pero mientras tanto; creo que los Cooper en sus tres variantes, son un buen entrante para ir abriendo boca. Y como dicen que en el medio está la virtud, la versión que hemos conducido reúne lo mejor de ambos mundos; la dinámica de un S y los consumos ajustados de un D.


El Mini ya no es tan Mini; pero mantiene intactas esas aptitudes que han cautivado durante más de medio siglo a todos los que en realidad amamos el mundo del motor.
 Conducción pura, tecnología, diseño, personalización, prestaciones, pero sobre todo; sensaciones.

A mi me ha enamorado; ahora solo queda que te enamore a ti.


Datos técnicos:

Motor: 1.5
Potencia: 136 cv
Vel Máx: 210 Km/h
Acel 0-100: 7,9 seg
Cons: 4,5 l/100 Km
Precio: Desde 21.100 euros (versión probada)

Nota de los editores: Cómo habéis podido comprobar, algunas fotos no corresponden a la unidad probada por un problema pasado con el PC. 

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