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Renault Clio R.S. ¿Evolución o revolución?

Parece que últimamente solo hablamos de la marca francesa, pero es que el nuevo Clio da para muchas entradas y no deja de sorprendernos con nuevas versiones y carrocerías que parten de su base.

Primero el Zoe, del que ya hablamos hace un mes; el Captur, que pretende rivalizar con el Nissan Juke y el Sports Tourer de carrocería familiar. Pero hoy hablaremos del plato fuerte de la gama; el Clio RS.


A juzgar por el éxito que ha tenido el post en el que contábamos la historia de las versiones más radicales del pequeño Renault, quiero entender que es un coche con muchos adeptos y que esta entrada será del agrado de muchos de vosotros, así que "al lío".


La carrocería del nuevo Clio es ya conocida por todos; un utilitario de cinco puertas y aspecto atractivo, totalmente personalizable. Pero para esta versión, los chicos de Dieppe (que es donde se fabrican las ediciones deportivas de Renault) han incorporado unos pequeños "atrezzos" que hacen que el simpático pequeñín se enfade y saque toda la agresividad que lleva dentro.


Cuenta con una nueva parrilla frontal en la que destacan las siglas RS debajo del enorme rombo que preside la imagen delantera, los detalles cromados pasan a tener un color negro mate y las luces diurnas se han desplazado hacia la parte inferior del radiador bordeado por una moldura que le da un toque más dinámico.


En la trasera destacan la doble salida de escape, el difusor y un alerón de mayores dimensiones, que ayudan a la sustentación del coche a altas velocidades. Las llantas son de 17" pero opcionalmente podemos pedirlas de 18"..., aunque para ello tengamos que pagar los paquetes deportivos Sport (832 euros) o Chrono (626 euros), que incluyen el chasis Cup y una aplicación con la que podremos visualizar desde la pantalla del interior, parámetros diferentes tales como el par que estamos utilizando, la potencia empleada, el régimen de giro, las fuerzas G soportadas...


En el interior nos encontraremos con lo mismo que las versiones más modestas, pero con un inigualable aspecto "racing".


Los asientos son más envolventes y, a pesar de ello, bastante cómodos. También cuenta con el pedalier de aluminio perforado, volante de cuero con las siglas RS cromadas en su parte inferior, algunas molduras con pequeños detalles deportivos y unas enormes levas detrás del volante para accionar la caja de cambios de doble embrague EDC de seis relaciones (única opción disponible en esta versión) y que es capaz de realizar el cambio entre marchas en tan solo 150 milisegundos, teniendo activado el modo Race (aunque a veces no haga mucho caso a nuestras órdenes o tarde en reaccionar).


Existe un botón denominado RS Drive que tampoco existe en sus hermanos de gama. Este botón sirve para seleccionar hasta tres modos de conducción diferentes; Normal, Sport y Race.


Modifica parámetros tales como la dureza de la dirección, la respuesta de la caja de cambios, el tarado del ESP o el régimen de giro al ralentí, según el tipo de conducción que vayamos a realizar en cada momento.


Por lo demás, cuenta con un equipamiento bastante excelso y por supuesto; con la pantalla multifunción R-Link, con la que podremos controlar casi todo; el navegador, la radio, el teléfono..., dejando así una consola bastante despejada.

Estéticamente pierde agresividad con respecto a la generación que se ha dejado de fabricar, pero aún así, tiene una personalidad muy marcada.


El motor es lo que más cambios ha sufrido. Tantos; que estamos hablando de un propulsor totalmente nuevo y que ya utiliza el Nissan Juke Nismo.


Las normas anti-contaminantes exprimen al máximo a los fabricantes y estos tienen que amoldarse a las circunstancias. Por eso han desechado el delicioso motor atmosférico 2.0 de la anterior generación y lo han sustituido por un bloque 1.6 con turbo y la misma potencia (200cv).


Con ello han conseguido aquilatar los consumos y las emisiones pero; ¿han conseguido mejores prestaciones?.


De momento se nota que ya no hace falta aprovechar la parte alta del cuentarrevoluciones para sacar la "quinta esencia" al vehículo. Ahora tiene una aceleración constante y contundente a bajo y medio régimen y tampoco se "achanta" más allá de las 6.000rpm.


En conclusión; 230 Km/h de velocidad máxima y 6,3 segundos en acelerar de 0-100 Km/h, para lo cual, contribuye la función "Launch Control" que incorpora la caja de cambios. Además se beneficia de unos consumos que pasan de los 8,2 litros de su antecesor hasta los 6,3 litros a los 100 Km del actual. Aunque si realizamos una conducción enérgica, nos pondremos en los mismos consumos reales que su ancestro.


Dinámicamente se beneficia de unas cuantas soluciones que favorecen el comportamiento y la efectividad del conjunto, sin menospreciar la calidad de rodadura y la comodidad general.


Las suspensiones son totalmente nuevas e incorporan un amortiguador secundario situado en el interior del principal, que trabaja cuando el primero se comprime para mitigar la dureza y hacerlo más progresivo en sus reacciones, lo cual es de agradecer en superficies bacheadas. Es una solución importada directamente del mundo de los rallies. También cuenta con un emulador de diferencial trasero denominado RS Diff, que mientras una rueda pierde adherencia, manda el exceso de par a la otra para salir airoso de situaciones complicadas.


Todos estos avances hacen del Clio RS un coche muy polivalente. Se puede conducir relajadamente por la ciudad sin ningún tipo de complejo, abordar un puerto de montaña a "tumba abierta" y sin conocimiento, disfrutar de un día de Track Day en el circuito más cercano a tu casa y volver a velocidades legales por la autovía de turno disfrutando del paisaje.


Es un auténtico Dr Jeckill y Mr Hyde; se transforma, gracias al RS Drive, en todo aquello que deseemos en cada momento y como sigue siendo un Clio, posee todas las buenas cualidades y maneras del resto de la gama; habitabilidad, confort, un maletero decente y mantiene todavía un punto de discreción.


Ahora vamos con la mala noticia. El espectacular Clio RS 2013 es más caro que sus competidores más directos. Vale que sea un gran coche, que tenga un motor muy potente y a la vez frugal en consumos, que su estética sea muy atractiva, que sea cómodo y polivalente y que tenga lo último en tecnología aplicada a la seguridad y el confort...; pero los más de 24.300 euros que te pedirán por él, no se yo si justifican todo lo bueno que tiene este coche.


La anterior generación, con una estética más agresiva, la misma potencia y "a priori", una conducción más radical y divertida, se plantaba en unos poco más de 20.000 euros.


No obstante; es un buen coche y más utilizable en el día a día que el anterior, ya que es más confortable y además tiene la ventaja de ser un cinco puertas, pero no pierde casi ni un ápice de la deportividad que implica tener tan ilustre apellido; RS.

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