Skoda Octavia. Honestidad ante todo.

El Skoda Octavia es y ha sido desde su nacimiento todo un super-ventas. Siempre se ha beneficiado de pertenecer al Grupo VAG y compartir elementos, componentes y motores con modelos tan solicitados como el Golf, el León, el Passat..., pero a un precio más asequible y siempre manteniendo una identidad propia.

Entre sus virtudes más destacadas está su precio, pero también su polivalencia, sus motores, su fiabilidad y sobre todo; su capacidad de carga. Esas cualidades le han hecho valedor del título ficticio de "taxi del año" ya que son muchos los miembros de este gremio que se han hecho con los servicios de las dos generaciones anteriores del modelo de la marca checa, concretamente; el 40% de los Octavia que se vendieron en España en la última mitad de la década del 2000, iban destinados a este colectivo.

El modelo 2013 mejora en todos los aspectos a su antecesor lo cual, era ya una tarea complicada. Ahora es más grande, los materiales empleados son de mayor calidad, los motores son de lo más robustos y han sido revisados en pos de un consumo más frugal. En definitiva; es más coche.

Su línea exterior es atemporal y tiene pinta de "envejecer" muy bien, pero no por ello deja de ser un coche atractivo. Destacan sus formas rectas y fluidas y en términos generales es más una evolución de la anterior generación que un coche revolucionario, aunque posee cierto toque dinámico que no tenía la generación precedente. Además, la línea de apertura de las puertas traseras es un guiño estético hacia el Aston Martin Rapide y queda muy original.

Ha ganado centímetros en todas sus cotas; 4,5cm en anchura, 9cm en longitud y hasta 11cm de distancia entre ejes, lo cual redunda en un mayor confort para los pasajeros ya que ganan 2cm más de anchura, 2cm de distancia hasta el techo y unos impresionantes 5cm para las piernas de los ocupantes de las plazas posteriores, además de incidir en la capacidad del maletero, que en esta ocasión supera todas las marcas establecidas en la categoría con 590 litros. En breve también se comercializará la versión Combi o familiar, cuya capacidad de carga alcanzará los 1.750 litros con los asientos plegados.

El interior también ha cambiado en su totalidad y en esta ocasión nos encontramos con un salpicadero en posición más vertical, nuevos volantes multi-función y una calidad de materiales nunca antes conocida en un Skoda. Se puede elegir con tres acabados; el básico Active, el intermedio Ambition y el más excelso Elegance y según el acabado, podrás montar y elegir un equipamiento con bastantes posibilidades tales como climatizador bi-zona, reconocimiento de señales, arranque por botón, navegador con pantalla táctil de hasta 8", detector de fatiga del conductor, hasta nueve airbags, avisador de cambio involuntario de carril, bluetooth, puerto USB, equipos HI-FI, diferentes llantas de aleación, capó activo, anclajes Isofix, faros de xenon con luces diurnas de LED, sensor de lluvia y aparcamiento... El acabado básico viene un tanto "pelado" y ni siquiera cuenta con climatizador de serie, solo viene con aire acondicionado, así que sería conveniente adquirir unidades a partir del acabado Ambition.

También cuenta con pequeños detalles de agradecer, como la rueda de repuesto de tamaño normal, un rascador de hielo, la moqueta del maletero reversible, con material plástico en la parte inferior que evita suciedad y malos olores, un soporte multimedia para dejar el móvil y múltiples y útiles huecos repartidos por todo el interior; en las puertas, en el techo, debajo del volante, debajo del asiento...

Los motores también son de la última hornada de motores modernos del grupo VAG, así que desde el inicio contará con tres versiones de gasolina y dos diésel. Comenzamos con un 1.2 TSI con 105cv, seguimos con un 1.4 con 140cv y culminamos con un 1.8 de 180cv, como variantes de gasolina y un 1.6 TDI de 105cv con un consumo mixto homologado de tan solo 3,8 litros a los 100 Km y un 2.0 TDI de 150cv que homologa unos 5 litros a los 100 Km.

Más adelante llegarán las variantes deportivas RS con motores bastante más potentes, que presumiblemente superarán los 210cv. Según versiones, las mecánicas van asociadas a un cambio manual de 5 o 6 relaciones o con el cambio DSG de 7 velocidades y pueden montar de serie el sistema Stop/Start, lo que también contribuye a un menor consumo. 

Su conducción es muy placentera y su aplomo dinámico está fuera de toda duda. La rumorosidad en el interior es imperceptible y está muy bien aislado del exterior. La postura de conducción es perfecta, los mandos están muy bien ubicados, los asientos son muy cómodos y el confort de marcha es la nota dominante. Las suspensiones ofrecen también un compromiso perfecto entre suavidad y firmeza que hacen que el coche no balancee en exceso en curvas rápidas y cambios bruscos de dirección. 

También tenemos la posibilidad de adquirir el control dinámico de la conducción con cuatro modos de funcionamiento; Normal, Eco, Deportivo y uno totalmente configurable denominado Individual, que intervienen sobre la dureza de las suspensiones, la dirección y la gestión del motor y el cambio.

Los precios parten desde los algo menos de 19.000 euros para la versión de gasolina 1.2 TSI, hasta los 25.800 euros que cuesta el 2.0 TDI con el acabado Elegance.

Una persona honrada es aquella que actúa en consecuencia a sus principios. Extrapolado a un coche; se trata de un vehículo que ofrece todo aquello que promete y el Skoda Octavia lleva años siendo un coche honesto y la tercera generación es más honesta que nunca.