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Track Day en el INTA con Mazda.

Esta semana ha estado cargada de emociones automovilísticas y como colofón, el sábado 12 de Octubre, día del Pilar y fiesta nacional; Mazda España, junto con la colaboración de MotorPress Ibérica, nos presentaron en las instalaciones del INTA la gama completa de la marca de Hiroshima, con la tecnología Skyactive como telón de fondo.

El grupo de aficionados que nos dimos cita en esas instalaciones, estábamos impacientes por conocer los secretos mejor guardados de Mazda y comprobar en primera persona las bondades de sus nuevas creaciones.

La cita era a las 12:30 de la mañana, pero como en todo este tipo de eventos con mucha gente; la cosa se retrasó un poco más y comenzamos el "briefing" de bienvenida media hora más tarde, lo que nos dio la oportunidad de hidratarnos un poco, después de 3 horas de viaje.

Nos recibió el director de la revista Coche Actual y nos explicó a "grosso modo" en qué iban a consistir las tareas a realizar con los coches.

Después; dio paso al director técnico de la publicación, que nos estuvo aleccionando durante media hora y por medio de una presentación gráfica, sobre las bondades y los últimos avances en calidad de motores, plataformas y dinámica, que se esconden detrás la denominación Skyactive.


Se nota donde existe la sabiduría y el buen hacer del equipo de la publicación, y las explicaciones fueron muy específicas, técnicas y clarividentes para muchos de los que estuvimos allí; aunque había muchas personas (acompañantes sobre todo) en los que podía ver en sus caras expresiones de perplejidad ante tanta información de la que no entendieron absolutamente nada.

Os voy a resumir brevemente lo que nos explicó el director técnico y no os aburriré con los detalles.

La tecnología Skyactive se aplica en todos los nuevos modelos de la marca, con excepción del Mazda CX-5 y el CX-7, que son modelos anteriores a la aplicación de dicho compendio de soluciones.

Sabemos que cuando se diseña un automóvil partiendo de un folio en blanco, los diferentes departamentos de todas las marcas trabajan de manera independiente en su área correspondiente (diseño, motores, electrónica...) y después; se reúnen de vez en cuando para coordinarse entre ellos y variar lo que tengan que variar hasta poder realizar el proyecto final con todas las garantías.


Los chicos de Mazda se reunieron en una gran mesa y desde el principio; plasmaron todas las inquietudes que se les iban ocurriendo en una especie de tormenta de ideas, con la única finalidad de crear una misma plataforma sobre la que podrían descansar sus diferentes tipos de carrocerías. La mecánica, tanto diésel como gasolina, también se vio simplificada y aportaron soluciones técnicas innovadoras, que servirían para todos sus modelos y que reducen de manera activa las fricciones y pérdidas de energía que sufren todos los motores térmicos del mercado, además de reducir de forma sustancial los consumos y por defecto; las emisiones de CO2.

Buscaron la manera de aligerar el peso del conjunto e incorporaron nuevos materiales en su construcción, tanto en componentes mecánicos, como en los aceros empleados en la carrocería; pero sin perder ni un ápice de efectividad o seguridad y buscaron soluciones para evitar problemas comunes en motores de combustión y favorecer así la efectividad y reducir el mantenimiento general.

La estructura de los chasis que venían empleando hasta la fecha, también se vio modificada en pos de una mayor absorción de impactos y una mayor flexibilidad en caso de choque fortuito y movieron algunos soportes de la suspensión para favorecer el confort y la efectividad del tren de rodadura trasero, además de aumentar así la habitabilidad posterior.

Y todo ello; va escondido debajo de unas carrocerías que pertenecen al nuevo lenguaje de diseño denominado KODO (Alma en Movimiento), cuya característica común reside en la atractiva imagen de la parrilla central, con una banda cromada que "une" los faros delanteros y bordea el contorno del radiador.


Todas estas soluciones técnicas se aplican a todos los modelos que componen la gama Skyactive; el nuevo Mazda 3, el Mazda CX-5 y el Mazda 6, por lo que el "downsizing", se aplica de la manera más efectiva posible, viendo como está el panorama económico de las marcas en general, pero a su manera... Mientras los demás hacen motores más reducidos con turbos y otras soluciones técnicas; los chicos de Mazda se preocupan de hacer un conjunto más efectivo.


Una vez asimilada tanta información; un autocar nos recogió en la puerta y nos desplazamos hacia las pistas de pruebas que tienen las instalaciones del INTA. No pude sacar ninguna foto, ya que la seguridad estaba por encima de todo y no obstante; estábamos en un recinto perteneciente al Ministerio de Defensa y esas pistas se utilizan habitualmente para testar modelos, tecnologías y prototipos, que en un futuro saldrán al mercado.


Había pistas de todo tipo; frenada asimétrica, test de rumorosidad, pistas deslizantes, desniveles de distintos porcentajes de inclinación, anillo para probar velocidades punta, un pequeño circuito muy técnico con curvas de todos los grados y dificultades...
Las pruebas que teníamos que realizar los presentes, servirían para convencernos de las virtudes en la conducción y servirían para mostrarnos hasta donde llegan con la tecnología Skyactiv.


La primera prueba nos deparaba una gran sorpresa, y es que la íbamos a realizar con el nuevo Mazda 3. Según los responsables y los organizadores; esas eran las dos únicas unidades que de momento habían llegado a España, por lo que los presentes probamos en exclusiva como se comporta el compacto de la marca japonesa antes que ningún otro mortal (que no fuese periodista del motor o los propios ingenieros y responsables de Mazda). Un auténtico honor.


Ambas unidades eran el tope de gama en cuanto a equipamientos y motores. Una unidad montaba un motor de gasolina 2.0 de 165cv y la otra el 2.2 diésel de 150cv, asociados a una caja de cambios manual de 6 relaciones.


Las dos unidades eran de un precioso color denominado Soul Red Metallic y venían equipadas "hasta las cejas"; Faros de xenón adaptativos, llantas de 18", cristales tintados, sensores de aparcamiento, luces y lluvia, navegador, ordenador de a bordo con una pantalla TFT de 7", equipo de audio con USB, Bluetooth,  climatizador bi-zona, Head Up Display...


Yo, por supuesto; me decanté por montarme en el de gasolina, aunque la prueba no iba de velocidad, sino que teníamos que recorrer un circuito ratonero delimitado por conos, para comprobar la agilidad del coche en circunstancias concretas y extremas; ya que esos virajes tan bruscos no se suelen dar asiduamente en la vida real. Después de "jugar" en el circuito a base de volante y confiando en la motricidad y estabilidad (realmente buena) del pequeño compacto de la marca japonesa; este desembocaba en un tramo pintado y mojado donde debíamos probar la efectividad del ABS y el ESP y por último, debíamos realizar un "slalom" entre tres conos a mayor velocidad, donde el pequeño de la familia Mazda demostró un gran potencial y una manejabilidad asombrosa, además de tener una dirección muy precisa y comunicativa.


La segunda prueba consistía en comprobar la elasticidad del motor en el anillo, así que esta vez fue mi acompañante (y probablemente, futuro colaborador del blog) el que se montó en un Mazda 6 SW 2.2 diésel con cambio automático y salimos a la estela de un coche guía, que nos marcaba lo que teníamos que hacer. Acelerábamos hasta 80 Km/h, dejábamos caer las vueltas en cuarta y acelerábamos hasta los 130 Km/h.


Misma operación en sexta, y vuelta por el exterior del anillo para comprobar el trabajo de las suspensiones en plena carga y a ciertas velocidades. No fue especialmente emocionante; pero comprobamos como y de que manera, se gestiona el par disponible del motor y vimos que, efectivamente; estos motores tienen una muy buena recuperación y una gran elasticidad. Aunque en circunstancias reales..., habría que probarlo de verdad.


Por último; nos acercamos a un par de unidades del Mazda 6, una con carrocería familiar y otra con carrocería "sedan", para rodar en el corto, pero intenso, circuito de pruebasMe entregan un casco. Bieeeennnnn... esto promete. Pero al acercarme veo que hay otro casco en el asiento del conductor y obviamente; un tipo detrás de ese casco.


Me "encasqueto" y me monto en el asiento del copiloto con ganas de saber lo que el piloto probador de la publicación me iba a enseñar. Me explica que  todos los sistemas de ayuda a la conducción están desactivados y que me va a mostrar lo bien equilibrado que está el vehículo y de lo que es capaz en un circuito como el del INTA, digno de una mente retorcida que quería hacer "sufrir" a todos los coches que pasaran por allí.


Acelera con ganas y empieza a tomar las curvas de forma "suicida" a una velocidad increíble. Cierto es, que a pesar de que íbamos en un Mazda 6 SW; el piloto me demostró que se podía pasar por las curvas de tal manera que mi cerebro era incapaz de asimilar y después de que todas las leyes de la física que había estudiado de chaval se me vinieran abajo; comprobé que el chasis está muy bien estudiado y que no pierde la compostura bajo ningún concepto, ni por mucho que se le maltrate. Realmente revelador.


Cuando volvimos a la carpa, pensaba que ahora que me había mostrado lo que había que hacer y como; era mi turno de exprimir a la gran berlina en ese circuito revirado, con cambios de rasante, "chicanes" y demás. Pero el piloto, amablemente, me preguntó que si me había gustado y me enseñó el camino de vuelta. 


Pues hombre..., yo le dije que me había encantado y realmente así fue; pero lo que realmente me hubiera gustado era haber tenido la oportunidad de comprobar esas sensaciones en mis carnes y no como copiloto.


Después de rellenar una encuesta y de recibir el típico regalo de la marca y la organización; nos montamos en el autocar de vuelta a la base.


Fue una experiencia que recomiendo a todo el mundo, aunque me hubiera gustado interactuar más con los modelos de la marca y haber dispuesto de más tiempo para disfrutarlo, ya que una hora y media se hace realmente corta.


Esto no iba de velocidad, como ocurrió en mi anterior experiencia con Peugeot en Castellolí; pero creo que deberían haber dispuesto más pruebas dinámicas con los que fuimos a "curiosear", pero como protagonistas, no como espectadores.


Aun así; fue una experiencia reveladora en muchos campos y que me enseñó varias cosas del mundo de las cuatro ruedas sobre el terreno y no sobre el papel. No disfruté tanto, pero aprendí más, además de tener la oportunidad de probar, casi en primicia a nivel nacional, el nuevo Mazda 3; así que un 10, tanto para Mazda España como para la organización de MotorPress Ibérica. Seguiré apuntándome a este tipo de eventos y seguiremos compartiéndolo con todos vosotros.

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