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Volkswagen Golf GTI y GTD. Dos versiones del mismo icono



Ya estamos haciendo los preparativos de la prueba del...; ¿adivinasteis de que coche se trataba?, pues os vamos a dejar un poco más de tiempo.


Mientras tanto, vamos ha hablaros de un icono de cuatro ruedas que lleva, ni más ni menos, 37 años entre nosotros; el Golf GTI, además de su variante de ciclo diésel GTD.


El artículo "Lo demás es historia: Volkswagen Golf GTI" , es el post más visto de entre todos los que hemos escrito, con un "share" diario de unas 200 visitas y un total de 70.476 desde su publicación, hasta cuando estoy escribiendo esto, así que entiendo que es un coche que interesa a todo el mundo.

Por eso vamos a intentar descubriros los secretos que esconde la última generación del GTI, que ya va por su séptima entrega.


La presencia del nuevo Golf GTI es muy atractiva, aunque difiere bastante poco de los trazos conocidos de su predecesor. De hecho; una persona poco entendida o con poca agudeza visual, podría llegar a confundirlos. Pero eso no importa, ya que un icono como el GTI es un icono indestructible y además; estamos hablando de un coche alemán, y ya sabemos que los alemanes son poco dados al cambio radical si ven que algo funciona...


Lo único que distingue al actual de su ancestro son unos trazos menos redondeados y un poco más angulosos y una mayor envergadura, pero tampoco mucha. Por lo demás; sigue siendo un compacto deportivo que se puede elegir con tres o cinco puertas y mantiene la característica línea roja de la parrilla, que en esta ocasión, se extiende hasta el interior de la tulipa del faro.


El paragolpes delantero es especifico para esta versión y cuenta con unos originales faros antiniebla de tecnología LED divididos por unas lamas de plástico que ayudan a canalizar el aire hacia los laterales y que aportan un toque más agresivo pero sin llegar a resultar para nada grotesco. Las llantas son de aleación ligera de 17".


El interior es también bastante conocido y para mi gusto, peca de "aburrido" y convencional para un coche con estas pretensiones deportivas.

El volante es multi-función y está achatado en su parte inferior, lo que puede resultar algo incómodo en situaciones de conducción deportiva; el pomo de la palanca de cambios es la mítica bola de golf  que activa una deliciosa caja de cambios manual de 6 relaciones o también existe la posibilidad de montar el cambio DSG, también de seis relaciones, pero no es lo mismo... y opcionalmente, podemos adquirir la tapicería de tela con el clásico tartán (que es una tela de origen escocés en la que el color de los cuadros representan al clan del que eres miembro), que cubre unos excelentes y envolventes asientos.


También cuenta con pedales de acero perforado y un equipamiento excelso tanto de serie como opcional, entre lo que nos podremos encontrar "gadgets" como arranque sin llave y por botón, climatizador bi-zona, navegador con pantalla de 8" y actualizaciones vía internet con Google Maps (muy efectivo..., y caro), equipo de audio firmado por el especialista Dynaudio, asientos calefactables, asistente de aviso involuntario de carril, detector de fatiga, sistema anti-colisión con reconocimiento del entorno, asistente de frenada en ciudad...


El motor al que va asociado el GTI, es un 2.0 de cuatro cilindros y turbo, capaz de generar 220cv de potencia con el que alcanzaría los 250 Km/h de velocidad punta y aceleraría de 0-100 Km/h en 6,5 segundos.


Cuenta con el emulador de autoblocante XDS+, que hace que la conducción sea muy efectiva, frenando la rueda con menos tracción y traspasando esa pérdida de motricidad a la rueda con mayor agarre. La dirección es muy directa e informa a la perfección lo que ocurre debajo de las ruedas.


Además, existe un botón denominado MODE que activa el Driver Profile Selection, que modifica la respuesta del coche, con cinco posiciones disponibles; Normal, Sport, Comfort, Eco e Individual, eso sí; de manera opcional. Impresionante; pero..., hay algo más.


Por 1.700 euros podemos adquirir el Performance Package que añade a la mecánica 10 cv más (230cv) y hace que el coche acelere de 0-100 Km/h en 6,4 segundos, con un par máximo de 350Nm, lo que se traduce en una mejor respuesta a medio régimen. Ahora me diréis que vaya mierda..., que yo no pago tanto por 10cv más..., que por ese dinero solo gana 0,1 segundos hasta los 100 Km/h...; esperad y seguid leyendo por favor.


Los frenos son más grandes, pasan de 312 mm a 340 mm los discos delanteros y los traseros son ventilados. Cuenta con la suspensión adaptativa DCC que también se puede configurar desde el Driver Profile Selection, de serie con el "pack" y las llantas ahora son unas especificas de 18". Pero lo más llamativo del Performance Package, es la incorporación de un sistema autoblocante delantero denominado Front Diff Block. Este sustituye al XDS+ de la versión "normal" del GTI y mientras el emulador de autoblocante castiga al ESP y a la resistencia de los frenos; el Front Diff Block hace que ambas ruedas giren a la misma velocidad, por lo que las reacciones del coche son más que notables a la salida de las curvas.


Solo tenemos que apuntar con el volante hacia donde queremos ir y apretar el acelerador como si no existiese el mañana. No existe el subviraje; tan solo te verás sorprendido cuando enlaces una curva con la siguiente sin la necesidad de "pelearte" con el aro del volante. Gracias a ese sistema, se pueden permitir el lujo de prescindir de una tracción integral y conseguir un efecto y una motricidad ejemplares y bastante similares. De hecho; la tracción total se empleará en el futuro Golf R y veremos si es tanto o más efectiva que este diferencial.


La consecuencia de tal motricidad y efectividad del tren delantero se traduce en un desgaste desmesurado de las ruedas de este eje, así que si hacemos una conducción deportiva muy a menudo, pasaremos por el trauma de cambiar los "zapatos" del enérgico Golf muy a menudo. 


Para paliar el consumo y las emisiones del motor, además de aprovechar al máximo su capacidad; también cuenta con un sistema de distribución variable y un sistema hidráulico de alzada de las válvulas en dos niveles.


Hablando en "cristiano" para los menos entendidos en mecánica como yo, se trata de un sistema que abre más o menos las válvulas de admisión y escape, para que entre o salga, mayor o menor cantidad de combustible y gases, según nuestros requerimientos con el pedal del acelerador. De esa manera, el Golf GTI Performance Package se conforma con un consumo homologado en ciclo mixto de unos 6 litros a los 100 Km (aunque todos sabemos que siempre hay que aumentar un par de ellos más, por lo menos...).


No es un GTI tan extremo como sus antecesores más lejanos, pero es tan sumamente eficiente y equilibrado, que lo mismo te da por viajar relajadamente por una carretera de doble carril para cada sentido, como que te da por abordar una carretera plagada de curvas y horquillas cerradas; lo va ha hacer todo bien y además te transmitirá la mayor seguridad y confianza del mundo.


Y qué decir de la versión más enérgica con motor diésel. Reúne prestaciones y bajos consumos en un mismo envoltorio y todo lo que os he contado sobre el GTI, se puede extrapolar al GTD.


En esta ocasión se trata de un bloque motor 2.0 TDI que genera 184cv, con un par máximo descomunal de 380 Nm y le permite alcanzar una punta de 230 Km/h con una aceleración de 0-100 Km/h en 7,5 segundos.


Cuenta con casi todas las soluciones empleadas en los Volkswagen más "limpios", comenzando con la incorporación del sistema Stop/Start, lo que le permite unos consumos homologados de tan solo 4,2 litros a los 100 Km (4,5 con cambio DSG). La fuerza de ese motor es desconcertante y las recuperaciones son muy buenas, puesto que el propulsor da lo mejor de sí, pasadas las 1.750 rpm.


El comportamiento es sublime y todas las bondades del GTI "normal" se trasladan también a este coche con mecánica de gasóleo. Cuenta también con el XDS+ y un chasis rebajado en 15mm.


Ahora viene la mala noticia. Eso de que Volkswagen acerque la deportividad a cualquier mortal, es un eslogan que ya no se lo cree nadie y tanto el Golf GTI como el GTD, son de media más caros que sus competidores más directos, aunque hay que reconocer que la calidad de materiales, acabados y equipamiento, además de la imagen de marca, también se paga.


Por el GTI "normal" te pedirán unos 31.300 euros sin opciones, a los que tendrás que añadir 1.700 euros si lo quieres con el Pack Performance y por el GTD; pagarás alrededor de 31.000 euros o 32.900 euros si lo quieres con cambio DSG.


Son grandes coches y forman parte importante en nuestra cultura popular. Efectivos, bonitos, "accesibles", divertidos, adictivos..., y porqué no decirlo; un Golf que comienza con las siglas GT siempre "viste" mucho. ¿O no?.

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