Volkswagen Polo ¿GT, GTI o R?

El Volkswagen Polo siempre ha sido un utilitario compacto muy deseado por los más jóvenes, aunque en el mercado y con el paso de los años se haya encontrado con rivales que casi siempre le han hecho sombra.

Dentro de su segmento militan super-ventas como el Renault Clio, el Ford Fiesta, el Seat Ibiza, el Skoda Fabia, el Fiat Punto o Peugeot 208. Después estarían las marcas más recientes, como los Hyundai i20, Chevrolet Aveo o Kia Río y por último, los que tienen un carácter más "premium" como los Fiat/Abarth 500, Alfa Romeo Mito o Audi A1, por citar algunos ejemplos.

El Polo siempre se ha mantenido dentro de una gama media, pero siempre con un punto más de exclusividad y unos acabados mejores que los de la competencia además de tener una factura un poco más alta, por lo que podríamos decir que está a caballo entre los utilitarios más "mundanos" y los más "premium".

Ahora bien; cuando buscamos un utilitario, que además sea deportivo y que reúna las características propias de ese tipo de vehículos, como un tamaño compacto, una estética agresiva y unos motores muy vivos y potentes; las siglas GTI pesan demasiado como para no tenerlas en cuenta.

Con una estética bastante discreta, pero con un motor 1.4 TSI con 180cv, un chasis bien afinado y unas señas de identidad propias de los GTI históricos de la marca de Wolfsburgo, el Volkswagen Polo GTI se mantiene muy bien con la tradición estética, por lo menos en cuanto a los aditamentos exteriores se refiere, como el ribete rojo que bordea la parrilla delantera, las siglas GTI repartidas por la carrocería y el interior, las llantas específicas de 17", las pinzas de freno pintadas en rojo y la posibilidad de adquirir de forma opcional revestimientos en cuero negro y la mítica tapicería de cuadros escoceses de los primeros Golf GTI; se nota que estamos conduciendo una versión del Polo muy especial. Pero por lo demás, no llamarás la atención en exceso y si te cruzas con alguien que no conozca los entresijos de este mundillo; no se percatará nunca que está ante un auténtico mata-gigantes.

En el interior abundan los materiales de tacto blando por todo el salpicadero y la consola central se presenta muy ordenada y con unos ajustes envidiables para un coche de esta categoría.



También monta de serie la deliciosa caja de cambios de doble embrague y 7 relaciones DSG con levas detrás del volante para seleccionar más cómodamente la marcha que deseamos sin tener que soltar las manos para nada.



Dentro de su cuidado habitáculo, cuatro pasajeros viajarán cómodamente, ya que ofrece unas buenas plazas para su tamaño; aunque esos pasajeros tendrán que dejar sus maletas en casa, ya que tan solo ofrece un pequeño maletero de 185 litros.

De lo que tampoco tendrán ninguna queja sus afortunados propietarios es del equipamiento, ya que entre otras cosas monta de serie los sensores de lluvia y de luces, cargador de 6 CD´s, radio con pantalla multifunción y táctil u ordenador de a bordo.

Pero realmente, el cliente de este tipo de vehículos busca la deportividad ante todo, y las sensaciones al volante no defraudan. Alcanza una velocidad punta de 225 Km/h y el 0-100 Km/h los "funde" en tan solo 6,9 segundos, con un par máximo de 250 Nm. La dirección es muy directa y la amortiguación es específica con un tarado más duro, por lo que la estabilidad nunca se verá comprometida, pero en carreteras bacheadas, los rotos del asfalto se dejarán sentir en tus antebrazos.

El precio final de este "juguete" que hará las delicias de los más avezados automovilistas es de 25.300 euros, lo que me parece una factura un poco exagerada para un coche de estas dimensiones por muy Volkswagen que sea.

Pero como he dicho al principio; el Polo GTI es un coche con una larga trayectoria a sus espaldas, que probablemente haya vivido tiempos más amables, pero que aún hoy mantiene con mucha dignidad el peso de las siglas GTI.

¿Y si le quitamos una "I"?. A finales del año pasado; los chicos de marketing de la marca alemana, pensaron que sería un buen golpe de efecto el comercializar una versión enérgica del Polo, pero sin las pretensiones del GTI auténtico. El resultado final fue el Polo GT.

Si el GTI tan sólo cuenta con pequeños apliques estéticos para obtener una imagen un poco agresiva; el GT no se diferencia en nada con respecto a cualquier hermano de gama. Perfectamente podría pasar por un Polo TDI o un atmosférico cualquiera.

Pero el secreto se esconde debajo de su capó. Cuenta con un motor de gasolina 1.4 TSI y 140cv y un cambio manual de 6 relaciones. Gracias a ello, el GT alcanza los 210 Km/h de velocidad máxima y el 0-100 Km/h los completa en 7,8 segundos.

Realmente, tiene unas prestaciones más que correctas para un coche que tampoco tiene unas pretensiones deportivas. Es más; incorpora ciertas soluciones novedosas y pioneras para este segmento, que hacen que el GT tenga unos niveles de consumo equiparables a los de un diésel, a pesar de su apellido.

La principal novedad del propulsor, reside en el sistema de gestión de cilindros bautizado como ACT. Este sistema permite desconectar el segundo y el tercer cilindro del coche en los momentos que no se requiera ese esfuerzo por parte del motor.



El conductor no tiene que hacer nada; simplemente el coche pasa de cuatro cilindros a dos de forma automática e imperceptible. Por ejemplo, es un sistema que funciona en el momento en el que circulamos a una velocidad constante y no requerimos más potencia del motor.



Es especialmente efectivo en trayectos largos por radiales o autovías, ya que gracias a este sistema, el Start/Stop (muy apropiado en ciudad o en atascos) y pequeños retoques en la sobrealimentación, permiten al Polo GT consumir una media de 4,6 litros/100 Km en ciclo mixto, además de emitir menos CO2 a la atmósfera.

Es el coche ideal para todo aquel que busque un utilitario compacto, con buenas prestaciones pero sin la necesidad de "llamar la atención" por donde pasa, con unos consumos frugales y que no se plantee nunca el comprar un diésel. Aunque para ello también tenga que pagar un poco más, ya que el GT parte de unos 20.100 euros, que sigue siendo bastante dinero por un coche de estas características.

Pero la historia no acaba aquí. Con la incursión de Volkswagen en el Mundial de Rallyes, necesitan comercializar una versión de calle en la que se inspire el Polo WRC de competición para poder homologarlo, así que para este verano nos tienen preparada una sorpresa en forma de Volkswagen Polo denominada R.

El Polo R montará el mismo propulsor 2.0 TSI que el Golf GTI, pero en esta ocasión con 220cv y unos bestiales 350 Nm de par máximo. Sus prestaciones serán de primer orden, acercándose a los 245 Km/h de velocidad punta y acelerando de 0-100 Km/h en unos impresionantes 6,4 segundos.

Por supuesto, las suspensiones se han endurecido con respecto a las que monta el GTI y los frenos se han sobredimensionado para asegurar una frenada acorde con sus nuevas prestaciones.

La potencia va dirigida a las ruedas delanteras y está gestionada por una caja de cambios manual de 6 velocidades. El autoblocante electrónico delantero ha sido también sustituido por uno mecánico, ya que se comprobó que el electrónico no daba "a basto" para domesticar tal torrente de fuerza bruta a un solo eje.

En el plano estético se distinguirá por unas llantas multirradio específicas de 18", unos adhesivos con los colores del equipo oficial de rallyes, los retrovisores de color negro, alerón trasero, faldones y parachoques exclusivos y en el interior montará los mismos asientos del GTI, con una gran sujeción lateral y tapizados esta vez en Alcántara gris, combinada con tela negra y ribeteada en color azul característico de los R.

Pero como no podía ser de otra manera; la factura de una de las 2.500 unidades que pretenden fabricar superará los 34.000 euros, aunque en este caso, contaremos con un Polo realmente exclusivo y muy, pero que muy deportivo.

Como veis; hay versiones deportivas del Polo para todos los gustos, desde el más convencional GTI, pasando por el ahorrador pero con prestaciones excelentes GT o por el radical y exclusivo Polo R. Pero como buenos Volkswagen que son; tendrás que pagar muy bien por ellos. ¿Cuál eliges tú?.